Fariseísmo respecto al Sáhara Occidental
Mohammed VI ha decidido abandonar la falsa equidistancia -autonomía versus independencia- para el pueblo saharaui y entrar directamente a la colonización descarada.
Hace tiempo que lo prepara: la humillación y expulsión de la activista saharaui Aminetu Haidar; la detención arbitraria e ilegal de los parlamentarios españoles que han viajado a El Aaiún; el asesinato de un adolescente por la policía marroquí; el asalto a los campamentos donde malviven miles de saharauis, con más bajas civiles que Marruecos esconde, mostrando ostentosamente las bajas policiales y muchos más heridos y refugiados de los que las agencias de noticias informan.
Mientras tanto, la comunidad internacional hace un ejercicio de fariseísmo mal disimulado, al "llamar" al diálogo de las partes, cuando lo que procede es la denuncia y las medidas contundentes contra el Estado agresor: Marruecos. Pero no, los intereses económicos y geopolíticos impresentables tienen prioridad -absoluta, según parece- sobre el restablecimiento de los derechos humanos conculcados gravísimamente.
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