El poeta del Onyar
Existe un amante del verbo libre y florido en Twitter. Una rara avis en la red social que, pese a ser conocido por sus barrocas subordinadas que pronuncia desde la Generalitat, reduce su oratoria para encorsetarse en la estricta libreta de Twitter, apenas 140 caracteres. Ahí reduce toda la poesía que le inspiran sus paseos por la orilla del Onyar, el río que baña Girona. El incombustible Joaquim Nadal brinda su cuenta de Twitter para el día de reflexión. Lejos de encuadrarse en el escuadrón cibernético del PSC -evita al máximo las consignas-, flexibiliza el catalán para adaptar sus adjetivos: embellece tanto el paisaje de Girona al amanecer como las tres chimeneas de Sant Adrià de Besòs, tan industriales ellas y poco dadas al verso. Cualquier excusa es buena para extasiarse, aunque sea un simple árbol: "El chopo que miro es cada día menos espeso. Caen hojas al suelo, grandes como un abanico. Migajas de humedad se hunden y se funden con la tierra". Más verso, menos propaganda. Un total de 2.173 seguidores navegan con él, al balanceo de las aguas del Onyar.
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