Normando Hernández, premio Voz Libre del PEN Club Catalán
La mejor manera de salvar a un periodista o a un escritor amenazado o perseguido en su país o incluso en el exilio es exponiéndolo al máximo a la luz pública. Es una manera de blindarle y protegerle. Eso es lo que pretende el PEN Club Catalán con el fallo ayer del primer premio Internacional Voz Libre, que en su primera convocatoria recayó en la figura del periodista cubano Normando Hernández González.
En solo los seis primeros meses de este año, han sido encarcelados, perseguidos o, como mínimo, amenazados en todo el mundo 587 escritores, periodistas y editores, según la lista que elabora el Comité de Escritores encarcelados del PEN Internacional. Hernández fue uno de los 11 disidentes cubanos que llegaron a la capital española el pasado julio. Previo compromiso a abandonar el país junto a su esposa y su hija, fue expulsado por el Gobierno cubano tras pasar siete años en prisión. El delito, una serie de artículos críticos con el régimen castrista, que condujeron a su detención en 2003, en la oleada represora de la Primavera Negra. Buena parte de ese particular vía crucis, que incluye la enfermedad de su hija pequeña, que apenas contaba un año de edad cuando él fue encarcelado, las ha narrado en el volumen recién publicado El arte de la tortura. Memorias de un ex prisionero cubano.
El periodista llegó a España en julio tras siete años de prisión en Cuba
El premio es una de las tres novedades que este año ha incorporado la sección catalana del PEN Club para celebrar el Día Internacional del Escritor Encarcelado, cuyo cartel conmemorativo en Cataluña ha ido a cargo del poeta Narcís Comadira; las otras dos iniciativas responden a la incorporación de Palma de Mallorca a los actos reivindicativos con actividades culturales durante toda la semana y a la ocupación artística hoy de La Rambla barcelonesa por parte de unos 70 artistas y estudiantes del Institut del Teatre involucrados en cuatro acciones musicales, de mimo, danza y teatro de calle contra los límites a la libertad de expresión.
Según cálculos del propio PEN Club Internacional hay como mínimo 1.020 escritores y periodistas amenazados o encarcelados.
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