El PSC acude a Rubalcaba para defender las reformas

Nadie mejor que Alfredo Pérez Rubalcaba y su excelente retórica para defender ante los militantes socialistas las impopulares reformas emprendidas por el Gobierno español para afrontar la crisis económica, que podrían pasar factura a la candidatura que encabeza José Montilla. El Partit dels Socialistes echó ayer mano en Tarragona del vicepresidente primero, ministro de Interior y portavoz del Ejecutivo para argumentar que medidas como la reforma laboral se han emprendido por la gravedad de la crisis y "en defensa de los intereses generales".

Rubalcaba avaló el "ejercicio de austeridad" y los "sacrificios" y "reformas" para "salir del pelotón". "Para que la salida nos coja con la capacidad de estar en cabeza y siempre preservando la cohesión social". El portavoz tocó la fibra al auditorio al hablar de los parados: "Nadie como ellos necesita nuestra solidaridad", dijo después de celebrar que no se haya tocado "el seguro de desempleo". A cada frase, una ovación.

Montilla: "Mas es un melocotón con hueso independentista"

Rubalcaba se metió al auditorio en el bolsillo en todos los palos que tocó: hizo una encendida defensa del Estatuto -"es nuestro y lo defenderemos"- que encadenó con una incendiaria crítica al líder del Partido Popular. Mariano Rajoy estaba de campaña a menos de 10 kilómetros, en Vila-seca, apoyando a la candidata Alicia Sánchez-Camacho. "Hoy [Rajoy] anda embozado. Se ha olvidado de las cuñas de radio , del recurso al Estatuto, de que cabalgaba pueblo a pueblo con la catalanofobia enfrentando al resto de España con Cataluña", exclamó. De regreso a Madrid, coincidió con Rajoy en el AVE. También le atacó, como a Artur Mas, líder de Convergència, por "esconderse" ante la crisis. "A la derecha le va bien que a España le vaya mal", zanjó.

Ante el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, y el cabeza de lista por Tarragona, Xavier Sabaté, el presidente y candidato socialista, José Montilla, atacó también a Mas, a quien comparó con un melocotón: "Es la derecha variada y camuflada. Tiene la piel estatutaria, la pulpa soberanista y el hueso independentista".

Montilla apeló a la "responsabilidad" de los 1,5 millones de indecisos para que acudan a votar y frenen a la derecha. Y terminó el mitin con una novedad que ensayó tímidamente el viernes en Sabadell: invitar al público a contestar, en plan ¿cómo están ustedes?, a las preguntas "¿izquierda o derecha?", "¿Estatuto o independencia?", "¿progreso o recortes?". Funcionó muy bien.