Cultura distingue a Rabanne por su diseño "universal"
El creador logra el Premio Nacional de Moda en su segunda edición
La trayectoria única e inclasificable del excéntrico Paco Rabanne resultó ayer distinguida por el Premio Nacional de Diseño de Moda que concede el Ministerio de Cultura. El galardón, que pretende equiparar esta disciplina al resto de manifestaciones culturales, cuenta en su segunda edición con una dotación de 30.000 euros. Y toma el relevo de la Aguja de Oro, que pasó a gestión pública en 2007.
Afincado en París desde los cincuenta, Rabanne (Pasaia, 1934) es célebre por sus vestidos de plástico y metal, en franco desafío a cualquier restricción material e intelectual. Cuestionan el vestir desde sus más esenciales señas de identidad al hacer desaparecer el tejido y las puntadas. El título de su primera colección, de 1966, era elocuente: Doce vestidos imposibles de llevar fabricados en materiales contemporáneos.
Futurista y rupturista son algunos de los adjetivos más asociados a su obra. En realidad, en sus piezas confluyen múltiples vectores e inquietudes de su tiempo. Tal vez pocos diseñadores han conseguido unir arte y moda de forma tan orgánica en su narrativa. El arte cinético o pop, el dadaísmo, Duchamp, Calder y la arquitectura en la que se formó se ensamblan en sus radicales e irónicas creaciones. Así lo señala el comunicado emitido por el jurado ayer. Justifica la elección unánime de Rabanne, "por ser el diseñador español de moda vivo más universal; por su innovación y su aportación a todos los ámbitos de la cultura del siglo XX, creando un nuevo concepto que escapa a cualquier clasificación convencional, al convertir la moda en expresión plástica de su tiempo".
Retirado de la profesión que le dio la fama global, sigue apareciendo para promocionar sus perfumes. Una exitosa vía de negocio desde 1969, cuando lanzó Calandre con la familia Puig, que hoy controla la compañía. Varios diseñadores le han asistido en el prêt-à-porter desde 1990 y aunque hace siete años que no se produce ropa con su nombre, la empresa está reconsiderando volver a la arena del diseño.
En enero se comercializará una reedición de su bolso 68, creado ese año y como reacción al modelo acolchado de Coco Chanel. En respuesta al desdén de la francesa -que le llamaba "el metalúrgico"-, Rabanne ideó uno de placas que se colgaba con la cadena de una cisterna. El diseño se ha revisado en colaboración con Rei Kawakubo, y defenderá la longevidad de su vanguardismo. A la recuperación de la figura de Rabanne no se apunta solo su empresa o el Gobierno español: la próxima semana recibirá la Legión de Honor en Francia.
Babelia
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