León de la Riva no está solo
El aluvión de críticas recibidas por el alcalde de Valladolid por sus impresentables manifestaciones contra la nueva ministra de Sanidad tiene su contrapunto en algunos artículos publicados en diferentes medios de comunicación cuyos autores, amparándose lógicamente en la libertad de expresión, minimizan y disculpan el tono machista y misógino de unas palabras que no tienen justificación. Es una muestra evidente de que León de la Riva no está solo. Es más, tiene tribunas donde se le jalea y aplaude llegando a comparar su verborrea con la retórica de Quevedo. Si a esto añadimos el silencio público de Rajoy y el apoyo privado con mensajes telefónicos, la conclusión es que el camino hacia la igualdad entre hombres y mujeres es aún largo y lleno de obstáculos.
Soy concejal del Ayuntamiento de Valladolid y por lo tanto compañero de corporación de León de la Riva. Tengo el dudoso honor de ser el único edil expulsado de un pleno municipal de mi ciudad en la etapa democrática por decirle que engañaba y mentía a los vallisoletanos sobre un tema menor. La trayectoria de este alcalde está jalonada de episodios excesivos de los que hemos ido pasando página porque sobre todo queremos a Valladolid. Han sido tantas las ocasiones que las disculpas suenan forzadas. Esta vez la página será difícil de pasar.- Álvaro Abril Aparicio. Concejal del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Valladolid.
Nunca pensé que nuestra sociedad tan desarrollada en muchos aspectos seguiría anclada en el pasado más retrógrado con la aprobación de un sector político que avala las posturas más machistas y casposas que suponíamos superadas.
Desde la tribuna de la oposición se sugiere que el ministro del Interior no protege a las víctimas del terrorismo machista que sigue asolando la sociedad española, y sin embargo el líder del PP, Mariano Rajoy, muestra su apoyo incondicional, eso sí, según él, en privado, al alcalde de Valladolid, por unas declaraciones que definen su personalidad de desprecio total a la inteligencia del género femenino.
Un tema tan sensible como es la violencia machista no es cuestión de ideologías o posicionamientos políticos y sí de educación y respeto, y que todo personaje con imagen pública debe ejercer, le guste o no, desayuno, merienda y cena.
El sector conservador de este país tiene un serio problema a la hora de definirse, tenemos grandes dificultades para saber si la derecha española, que no pide una sola dimisión bajo ninguna circunstancia, ni de la presunta corrupción entre sus filas, ni de esta desafortunada y reiterada actitud machista, dará una vez más la callada por respuesta.
De lo que estamos convencidos es de que hará uso del ventilador mediático para alejar esta borrasca, para acto seguido y sin despeinarse poner en el disparadero de sus portavoces a todo político honrado al que se le ocurra aceptar la cartera de un ministerio.
Eso sí, sus propuestas y alternativas siguen siendo un misterio sin resolver. Manuela López Romero Valdepeñas, Ciudad Real
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.