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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La violencia de las palabras

El alcalde de Valladolid, del Partido Popular, ha tratado como una especie de objeto sexual a disposición de la mente enferma de algunos individuos machistas como él, a la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín. Es bastante frecuente entre los políticos del PP referirse a las mujeres de izquierdas que ejercen la política centrándose exclusivamente en aspectos de su físico o intentando ridiculizar las propuestas de estas mujeres para conseguir erradicar a los machistas y a los maltratadores de la sociedad.

También hemos visto la obsesión con la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, de los medios de comunicación de derechas y de los ciudadanos que hacen ostentación de su machismo.

La gente cargada de prejuicios machistas, pero con cargos políticos, como es el caso del alcalde de Valladolid, deberían pensar un poco antes de abrir la boca.- Manuel Peris Vidal. Valencia.

Las palabras que ha pronunciado Francisco Javier León de la Riva, "excelentísimo" alcalde de Valladolid, van mucho más allá de la incorrección política, forman parte de la violencia institucional que se ejerce contra más de la mitad de las personas que forman la comunidad en que vivimos y que colaboran con nosotros en el trabajo, en el quehacer diario y en nuestra casa. Ven a la mujer tan solo como un objeto sexual. Y si además es ministra... ¿qué más vamos decir?

Y este es el mensaje proferido por alguien a quien se ha elegido como primer edil de la noble ciudad de Valladolid, un alcalde del Partido Popular.

Las actuales leyes contra la violencia machista solo castigan al desgraciado que, apoyándose en esta violencia institucional, practica la violencia directa. ¿Para cuándo consignará la legislación penar estas prácticas odiosas?

Lo suyo, señor alcalde de Valladolid, no es decir que toda la gente se equivoca, ni dimitir, ni ser destituido. Lo suyo es de juzgado de guardia por promover la violencia contra las mujeres que probablemente colaboran en su trabajo, en su quehacer diario y en su casa.

Y lo nuestro saber elegir gobernantes que no sean como usted.

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