El PSE reconoce que se ha traspasado "alguna línea roja" en la negociación
El PSE-EE, que ha aguantado en silencio la negociación presupuestaria con el PNV que tan cara paga el lehendakari, Patxi López, en Euskadi, dejó ver ayer su malestar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La gota que colmó el vaso fue el agradecimiento al PNV que Zapatero realizó el domingo en Ponferrada sin la más mínima mención al PSE ni a su secretario general. "Es verdad que muchas veces puedes echar de menos un cariño a los socialistas vascos y al lehendakari, Patxi López, que siempre hemos demostrado que somos muy leales al presidente del Gobierno", señaló ayer el secretario de Organización del PSE, Mikel Torres.
El dirigente vasco y alcalde de Portugalete esbozó además una crítica a alguna de las cesiones al PNV en la negociación presupuestaria, aunque dijo que no habrá "cuña" entre el PSE y Zapatero. "Igual se ha pasado alguna línea roja", admitió. Para el PSE, una de ellas es la que, desde el punto de vista del PSOE y de Rodríguez Zapatero, puede parecer como la menor de todas: los 120.000 euros comprometidos para que la Dirección de Costas estudie si cabe o no construir el nuevo Guggenheim que anhela el PNV en la reserva de Urdaibai a través de la Diputación de Vizcaya.
El Gobierno de López libra un duro pulso contra ese proyecto, que considera más del interés de la Fundación Guggenheim que del País Vasco y al que se niega a destinar un solo euro. El lehendakari ya advirtió el sábado de que no cambiará de posición en este asunto. López, que no se queja de que el PNV haya suplantado a su Gobierno en la negociación del desarrollo estatutario, si advirtió que se plantará si algo no le gusta.
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