La fiscalía no ve motivos para recusar a la juez de Mercasevilla

La fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, estima que no existen motivos para solicitar la recusación de la juez Mercedes Alaya en la investigación del caso Mercasevilla. Su marido, Jorge Castro, fue varios años auditor de la empresa municipal hasta que en 2002 el consejo de administración de la misma prescindió de los servicios de KPMG, la consultora para la que Castro trabajaba como gerente. El principal imputado en la causa y ex director de Mercasevilla, Fernando Mellet, formó parte de ese consejo de administración que rescindió el contrato de 16.823 euros a KPMG para dárselo a la auditora Price Water House Coopers.

La fiscal jefe aclaró que considera que la imparcialidad de la magistrada no se ha visto alterada por el papel auditor de su marido en Mercasevilla. Un abogado ha presentado esta semana un escrito para que la juez aclare si tuvo "conocimientos previos de las causas que instruye a través de su cónyuge" y si recibió "asesoramiento técnico extraprocesal" que pudiera haber afectado su imparcialidad. La triple causa por un supuesto intento de soborno, las irregularidades en la venta de suelo público y una supuesta malversación de fondos públicos y delito societario, acumula ya 13 imputados.

Las fuentes jurídicas consultadas no estiman que exista una razón para apoyar una petición de recusación o que justifique la abstención de la juez en la causa. "De momento, con la información que ha trascendido, no veo causa de recusación. Pero no me parece limpio [la actuación de la juez por no informar del hecho] y es muy dudosa", manifestó uno de los letrados personados en la causa que solicitó el anonimato. Otro abogado fue más severo en su juicio: "Hay un hecho objetivo: Mellet echó a Castro y ahora la que está juzgando la causa es su mujer contra Mellet. Contaminada está, pero ella sabrá".

La última investigación abierta por presunto delito societario se remonta hasta septiembre de 2002, solo tres meses después de que Castro dejara de auditar Mercasevilla y cuando Mellet fue nombrado director. Sin embargo, pese a que trabajaron al mismo tiempo para la empresa pública, Castro y Mellet no se conocieron. Mientras que la juez no alertó a las partes de la auditoría realizada por su marido, en el caso Betis sí avisó a la Consejería de Justicia de que su marido era dueño de la auditoría Engloba Auditores.