Moratinos responde a Lieberman que quien manda es el primer ministro israelí

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, se saltó la noche del domingo buena parte de las reglas que impone la diplomacia cuando durante una cena de trabajo poco menos que mandó callar a los jefes de la diplomacia española y francesa, de visita en la zona. Les pidió que no se entrometieran en los asuntos israelíes y les dijo que mejor se fueran a resolver sus propios problemas. A renglón seguido, los enumeró. "No espero de vosotros que resolváis los problemas del mundo, pero espero al menos que resolváis vuestros problemas en Europa antes de venir a enseñarnos cómo resolver los nuestros. Cuando solucionéis los conflictos en el Cáucaso, en Transnistria, en Serbia y en Kosovo, entonces estaremos dispuestos a aceptar vuestros consejos", según publicó el diario israelí Yedioth Ahronoth.
El rifirrafe diplomático sirvió sobre todo para dejar patente la distancia que separa a los miembros del Ejecutivo israelí, y en particular a Lieberman, del primer ministro, Benjamín Netanyahu. Ambos pertenecen a partidos de la derecha israelí, pero mantienen posiciones encontradas respecto a las negociaciones con los palestinos y a las políticas que afectan a la población árabe de Israel, entre otros asuntos. Mientras el jefe del Gobierno participa de las negociaciones con los palestinos que auspicia Washington, Lieberman no oculta su escepticismo ante las conversaciones de paz.
"Aquí el que manda es el primer ministro", aclaró ayer por la mañana Miguel Ángel Moratinos en conferencia de prensa en Jerusalén. Añadió que "no es la primera vez que escuchamos que los europeos debemos ocuparnos de nuestros asuntos para después ver cómo acuden a pedirnos ayuda".
Moratinos explicó que ayer Lieberman llamó por teléfono para disculparse por su intervención subida de tono o "difícil", en palabras del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner. Después, fuentes del Ministerio de Exteriores israelí desmintieron en el diario Haaretz que Lieberman se hubiera disculpado.
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