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Reportaje:ROBO A GRAN ESCALA

Saqueo italiano del aceite español

Bandas organizadas, dotadas de alta tecnología, atracan almazaras en España para envasar luego el producto en Italia

Fue un robo limpio. Debían de tener una llave maestra. Como si no hubiera entrado nadie". Ramona Cucurull no se explica cómo la semana pasada desaparecieron 105.500 kilos de aceite de su almazara. Pero los cacos entraron y durante cinco horas extrajeron con mangueras el jugo verde hasta llenar tres camiones cisterna. Destino: Italia. El fenómeno sucede cada cierto tiempo. En este año, ocho almazaras repartidas entre Toledo, Albacete, Badajoz, Murcia, Jaén y Almería han sufrido la visita de los ladrones. Estudian el terreno al detalle. Siempre actúan de noche y con astucia. Apenas dejan huellas. Y sobre todo cuentan con grandes medios: para el asalto disponen de contravigilancia, vehículos lanzadera, alta tecnología, empresas tapadera y amplia infraestructura: naves industriales y camiones cisterna para el traslado del aceite. "Son robos muy especializados. No son atracadores que se juntan un día para dar un golpe", confirman fuentes de la Guardia Civil.

"En apenas seis horas nos vaciaron dos cisternas de aceite", explica Pedro Fernández, director de Frusemur

La última banda cayó la semana pasada, cuando sus miembros conducían los tres camiones repletos del aceite de Cucurull desde su almazara en Purchena (Almería) hasta la base logística de la organización en Librilla (Murcia). En la Operación Olivera se detuvo a diez ciudadanos italianos y a un español que probablemente planeaban transportar el aceite hasta Bari (Italia), según sospechan los investigadores, por carretera o desde los puertos de Valencia o Barcelona. Días antes, los cacos visitaron otra almazara en La Puerta de Segura (Jaén) y se llevaron otro botín de 90.000 kilos de aceite virgen extra valorados en 180.000 euros. Los agentes están convencidos de que estos dos últimos robos no han sido los únicos de la organización, y su sello está en más depósitos esquilmados. "Deben de tener la complicidad de gente del sector oleícola porque, si no, es muy difícil colocar tanto aceite en los mercados italianos sin dejar rastro de que es robado", indica Mari Carmen Carrasco, gerente de la fábrica Molino de Segura.

Sin embargo, a menudo, distribuir el aceite de oliva ilícito en Italia, el mayor envasador del mundo, no resulta una empresa difícil. La banda solo necesita un empresario sin escrúpulos o sencillamente alguien ignorante o confiado en que no coteje la procedencia ilegal de una compañía sin trabajadores, ni olivos, ni aceitunas, que solo existe en el despacho de una gestoría española.

En España hay más de 1.700 almazaras, más de la mitad en Andalucía. Las más antiguas, con sabor añejo y tradicional y donde el aceite se almacenaba en tinajas, han dado paso en los últimos años a modernas fábricas de aceite. Para conservar inalteradas las cualidades excepcionales del zumo, la mayoría de ellas lo almacena en depósitos de acero inoxidable o trujales vitrificados, con las paredes y techos aislantes, con poca luminosidad y con una temperatura uniforme de entre 15 y 18 grados que permita la maduración de los aceites. Desde que la aceituna se recibe en las tolvas del patio exterior y hasta que llega a las bodegas (las más modernas pueden llegar a tener una treintena de depósitos de hasta 50.000 kilos de capacidad cada uno), todo el proceso se encuentra automatizado, asegurando así tanto la calidad como las medidas de seguridad. Pero estas son obviamente insuficientes.

Nadie se atreve a aventurar el número de bandas que operan en España. Pero lo cierto es que los robos no cesan. El último grupo desarticulado, en prisión preventiva al completo, tiene un miembro relacionado con otra red también italiana que en 2007 robó 1.500 toneladas de aceite valoradas en cinco millones de euros. En aquella ocasión, siete personas fueron detenidas en España y 11 en Italia. Entre estos últimos figuraba un gestor que tramitó la documentación falsa para las empresas tapadera que justificaban tanto trasvase y transporte de aceite entre España e Italia y viceversa.

Pero a pesar de que la operación policial se presentó en su día a bombo y platillo, el atasco de la justicia ha ensombrecido los fuegos artificiales. La Operación Cisterna aún se encuentra, tres años después, en fase de instrucción en el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá la Real (Jaén), sin que todavía se hayan calificado los hechos. La aseguradora Mapfre Agropecuaria, donde las fábricas de aceite tenían avalado el aceite, está personada como acusación particular.

Tres años después, el robo de 45.000 kilos de aceite en la cooperativa murciana Frusemur este verano fue el detonante que puso a la Guardia Civil sobre la pista de los nuevos ladrones. "Venían preparados con camiones y en apenas seis horas nos vaciaron dos cisternas de aceite", explica el director de la cooperativa, Pedro Fernández. Frusemur, que cuenta con 1.400 socios, tenía asegurado el aceite sustraído, pero ahora va a tener que invertir en redoblar los sistemas de seguridad.

Un seguro que cubre una bodega de un millón de kilos de aceite cuesta alrededor de 2.000 euros al año. Además, tras los últimos robos, todas las almazaras se han visto obligadas a instalar alarmas de seguridad, con un mantenimiento mensual de 70 euros. "Todo esto nos está encareciendo notablemente los costes de producción, para un sector que lo está pasando muy mal por la crisis de precios", subraya Manuel Alfonso Torres, presidente de la Asociación Provincial de Almazaras de Jaén (APAJ).

El aceite español lleva décadas viajando a Italia para ser envasado y exportado desde el país transalpino. Allí se viste con envoltorios de lujo para triunfar en las estanterías de todo el mundo con etiqueta y diseño italiano. La paradoja del recelo que siempre ha suscitado la ventaja del marketing italiano entre los productores españoles es que hoy día muchas de las grandes compañías envasadoras italianas están en manos de capital español. Mientras, las exportaciones a Italia representan la mitad del total mundial. En lo que va de año, las exportaciones a ese país han seguido al alza y alcanzaron las 253.122 toneladas, del total de 518.195 toneladas que se exportaron a todo el mundo. Sin embargo, menos de una quinta parte se exportaron en envasado y el resto a granel. "Tenemos que seguir trabajando para lograr mayor valor añadido haciendo exportaciones con marca", subraya Pedro Rubio, presidente de Anierac, la Asociación de Industriales Envasadores y Refinadores.

Los robos del jugo verde por parte de ciertas bandas son una mancha que afecta sobre todo a los intermediarios y corredores italianos. "Claro que nos hace daño. Sobre todo ahora, tal y como está la gente de reacia y molesta con la crisis", opina el corredor Marco Dimaio.

Imagen obtenida por la Guardia Civil de camiones cisterna usados por los ladrones. Abajo, una de las últimas almazaras atracadas, en Almería.
Imagen obtenida por la Guardia Civil de camiones cisterna usados por los ladrones. Abajo, una de las últimas almazaras atracadas, en Almería.F. BONILLA

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