El PSOE se conjura para defender a Zapatero tras el revolcón de Madrid
Jesús Caldera plantea a la ejecutiva que apoye ahora a Gómez sin trabas
Llamada a rebato para arropar y defender al líder. Esto es lo que ocurrió ayer en el aparato federal del PSOE, en el que hubo una suerte de conjura para "proteger" a José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del partido y presidente del Gobierno, tras la derrota de Trinidad Jiménez, a la que había apoyado e impulsado, frente a Tomás Gómez, en la pugna por la candidatura a la presidencia de Madrid. La interpretación general de que Zapatero ha recibido un revolcón por parte del 51% de los militantes de Madrid, que no le siguieron en su apuesta de Jiménez frente a Gómez, provocó un debate en la comisión permanente del PSOE, a la que no asiste Zapatero, y que abrió el vicesecretario general del PSOE, José Blanco.
Pajín enfatizó que el respaldo en las elecciones al líder del PSM es absoluto
Fue el propio Blanco, según asistentes a la reunión, quien señaló la necesidad de defender al máximo líder del PSOE de los ataques que recibirá. La mayoría le dio la razón y, en efecto, hubo una cascada de intervenciones en el mismo sentido. Antes, el ministro de Fomento, explicó qué razones le habían llevado a apoyar la candidatura de Trinidad Jiménez. Nada distinto de lo que con claridad han expresado quienes desde el primer momento apostaron por la ministra de Sanidad frente a Gómez: las encuestas indicaban que Trinidad Jiménez era "una opción real de gobierno" frente al PP y no había nada en contra de Gómez.
Pero la defensa de Zapatero derivó en otras intervenciones en las que se apuntaron fórmulas para ayudar con eficacia al presidente del Gobierno.
La más significativa corrió a cargo de Jesús Caldera, responsable de la Fundación IDEAS y del área de Formación de la ejecutiva federal. "La mejor manera de defender a Zapatero es que Tomás Gómez obtenga un buen resultado electoral", aseguran que dijo Caldera. Y para contribuir al buen resultado todo el partido le debe apoyar. Esta traducción de miembros de la ejecutiva respecto a la intervención de Caldera incluye que el ex ministro de Trabajo "sin decirlo, quería indicar que no se le debían hacer faenas". No parece que esté en el ánimo de nadie, de momento, poner zancadillas al líder de los socialistas madrileños ya que el propio Blanco asintió ante la intervención de Caldera.
El apoyo a Gómez para que "gane las elecciones al PP", es absoluto, enfatizó la secretaria de Organización, Leire Pajín. Esta dirigente defendió con ahínco tanto este apoyo al líder del PSM como el rechazo a que Zapatero haya quedado desautorizado. Pero algunos de los desencuentros que se han producido dentro de la ejecutiva federal entre quienes apoyaban a Gómez o a Jiménez, todavía asomaron ayer.
La intervención de José Andrés Torres Mora, que apoyó a Gómez, aunque su cercanía a Zapatero se mantiene intacta, se centró en rechazar que el PSOE "se deje evaluar por criterios de la derecha aunque los esgrima la izquierda". Al parecer quiso decir que Zapatero no dio una orden sino que emitió una opinión respecto a quien creía que era la mejor opción. "Nuestra forma de entender el liderazgo no es de ordeno y mando, por lo que muchos militantes de Madrid al votar a Tomás Gómez no han querido desautorizar a Zapatero". Esta interpretación de Torres Mora se unió a la defensa y alabanza de los dos candidatos, en lo que coincidieron dirigentes y ministros del Gobierno; orgullosos de "la gran campaña" de Jiménez y Gómez.
Pero ayer lo primero fue defender públicamente a Zapatero y proclamar que su liderazgo sigue intacto. Lo hicieron los ministros de Industria, Miguel Sebastián, de Igualdad, Bibiana Aído, el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, los presidentes del Congreso y del Senado, José Bono y Javier Rojo, entre otros muchos. El único ministro que no quiso hablar del tema fue el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
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