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Reportaje:COCINA

Menú de otoño

Volvemos a los orígenes. La crisis se ha llevado las pompas y las esferificaciones de los restaurantes de nivel para centrarse en una cocina básica (casi de supervivencia), de mercado (bio a ser posible), auténtica (como la de nuestras abuelas) y rústica (aunque la tendencia esté impulsada desde la ciudad).

Como base de todo el pan. Sí, una temporada más, arrasan las panaderías modernas que se dedican a elaborar panes de siempre. Ahora da una vuelta de tuerca y estos espacios se transforman en locales de desayuno (se lleva quedar para desayunar más que para comer) donde el café y la bollería de lujo tienen su sede. El asunto se descapitaliza y deja Madrid o Barcelona para instalarse en otras ciudades como Palma. Desde allí llega Fibonacci. Cuenta con dos locales y acaba de abrir un tercero en el barrio de moda de la ciudad: Santa Catalina.

Los restaurantes y los productos se centran en una cocina básica, de mercado, auténtica y rústica, aunque el impulso llegue desde las ciudades

A la hora del aperitivo, las conservas no nos abandonan y se sirven en las propias latas y con hielo picado debajo (si el producto necesita estar bien frío), como si fuera caviar, pero en su versión más económica. Nada de palillos, sino pequeños tenedores desechables de bambú. La marca gallega Los Peperetes es una de las nuevas reinas de los gourmets. Los mejores pescados y mariscos de sus rías (berberechos, almejas, navajas, cangrejos, sardinilla, jurelillo, zamburiñas y hasta percebes, a los que se suman otros muchos productos) capturados y elaborados de forma artesana.

Llega la hora de comer. Las legumbres son consustanciales a este cambio de clima. Ya no vale cualquiera. Ahora tienen que estar selladas, certificadas y tener una denominación de origen particular. En las comidas, a todo el mundo le gusta presumir de haber encontrado un productor local que tiene las mejores. Las cocidas y ecológicas de Carrefour sacan de un apuro y son muy versátiles. Entre su variada oferta cuentan con alubias blancas, lentejas y garbanzos.

A la hora del té (los salones de té, las tiendas monográficas de cupcakes o galletas y todo lo que signifique merienda también arrasa), nada mejor que acompañar cada taza con una pequeña chocolatina como hacen en las buenas cafeterías. La firma Chocolate Organiko acaba de lanzar las suyas de chocolate negro con anís verde o de chocolate con leche con vainilla, entre otras variedades. Para bocados con otro gusto.

En el apartado infantil, nada de refrescos; siguiendo esta corriente eco, ahora toman zumos o bebidas de frutas de estación como las de Feel Good Drinks, que se encuentran disponibles en sabores originales como naranja y mango o manzana y arándano. Y para terminar, como bebida para antes y para después de la cena triunfan como nunca los gin-tonics. Si lo suyo era tener una ginebra favorita y hasta la marca de tónica para acompañarla, ahora se avanza un paso: se llevan las ginebra reserva. Un ejemplo es la Citadelle Gin Reserve, que se afina en viejas barricas de roble que han contenido coñá. Se degusta mejor con menta o, simple y clásicamente, con cáscara de limón.

DIRECCIONES. www.fibonacci-bakery.com www.peperetes.com www.carrefour.es www.chocolateorganiko.es www.feelgooddrinks.co.uk www.tasteofamerica.es www.citadellegin.com www.amergourmet.com

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