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Vecinos y ecologistas temen un desastre ambiental en el Umia

La Xunta asegura que la situación por el alga tóxica está "controlada"

Mientras la Consellería de Medio Ambiente, un día más, garantiza la potabilidad del agua en el municipio pontevedrés de Caldas de Reis, la plaga de cianobacterias de la especie de alga Microcystis que, según los expertos, se encuentra en los niveles más altos de floración, avanza río abajo del Umia y amenaza también a las captaciones de agua que dan suministro a los ayuntamientos de O Salnés, de las que dependen más de 100.000 habitantes.

Cinco días después de que en la estación depuradora de este municipio surgieran los primeros problemas por la elevada densidad de los depósitos en el agua, los ecologistas y la Coordinadora Vecinal han alertado sobre los niveles de contaminación del embalse y exigen a la Xunta la inmediata demolición de la presa. Por su parte, el conselleiro, Agustín Hernández, que fue testigo ayer del virulento fenómeno natural producido por el alga tóxica que tiñe de verde la extensa cuenca fluvial, insistió en que la situación está controlada y que su departamento está buscando soluciones a un viejo problema amplificado por la contaminación endémica del río y las elevadas temperaturas que favorecen su cultivo.

El conselleiro anuncia un estudio con la Universidad para sanear el cauce
Adega dice que las cianobacterias han matado "toda forma de vida" en la presa

Hernández afirmó que lo que ocurre en Caldas "es un problema de cantidad y no de calidad" y anunció la redacción de un estudio en colaboración con la Universidad de Santiago para buscar salidas al estado del río Umia. Para el conselleiro, algunas de las actuaciones previstas pasan por controlar los vertidos de los ayuntamientos situados aguas arriba del embalse y regular las explotaciones agrarias, dado el incremento de cargas de nitrógeno y fósforo que presentan los nutrientes del río.

Pero los responsables de Adega (Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia) han solicitado una entrevista urgente con el presidente de Augas de Galicia para poner fin a una situación que ha obligado a abastecer de agua potable a la población de Caldas por medio de cisternas desde los depósitos de Vilagarcía. "Las causas están en que, un verano más, el embalse de Caldas, metros arriba de la captación de agua desde la que se suministra la ETAP de Caldas de Reis, se ha convertido en un cultivo explosivo de cianobacterias de la especie Microcystis que, en poco tiempo, ha acabado con el agua de la presa convertida en una sopa espesa, verdosa y maloliente imposible de depurar ni siquiera con las más exigentes técnicas de los filtros de carbono activado y de la oxidación con ozono", afirman los ecologistas.

De acuerdo con estudios científicos de la Universidad de Santiago y de la Organización Mundial de la Salud, Adega alerta de que la explosión de la especie Microcystis en el agua del río es extremadamente peligrosa para la salud de la población, no sólo por la elevada concentración de microcélulas bacterianas sino porque estas, al morir o ser destruidas, liberan una cianotoxina de efectos acumulativos muy perjudiciales para la población.

También advierte Adega que la "contaminación" del río por la proliferación de las cianobacterias "ha matado ya toda forma de vida en la presa", que ya sólo es una "charca maloliente de materia orgánica en descomposición", y que se está extendiendo río abajo, amenazando la "riqueza piscícola y demás fauna fluvial del río".

Para los ecologistas y los propios vecinos que se opusieron a la construcción del embalse, esta obra no obtuvo ninguno de los beneficios que sirvieron para declararla de utilidad pública, además de estar sobre una zona de inestabilidad geológica, según un informe de la Universidad de Vigo. "Desde 2006, representa una grave amenaza para toda la población que se abastece aguas abajo de la presa"y añaden que ni siquiera fue útil para evitar las inundaciones de aquel año. La coordinadora vecinal y Adega recuerdan que la demolición del embalse fue aprobada, en 2007,por unanimidad del pleno municipal de Caldas.

"El estado del río hipoteca sus usos"

Los científicos afirman que no hay solución para la tormenta de Microcystis que asola el río Umia. Ni siquiera las esperadas lluvias torrenciales aplacarían el problema, sino todo lo contrario. Es con el agua cuando esta alga microscópica muere y entonces libera la toxina. Fernando Cobo, profesor del Centro de Microbiología de la Universidad de Santiago, cree que la solución está en el futuro, en desarrollar un plan integral de recuperación del Umia porque, de no hacerlo, las consecuencias ecológicas pueden ser desastrosas. "Su estado actual hipoteca todos sus usos", afirma Cobo.

El profesor no pone en duda que la salubridad del agua está garantizada, una vez depurada mediante los controles y tratamientos exigibles. "Estamos hablando de una situación conocida, porque hay muchos ejemplos de ella, aunque sí es excepcional por los niveles de cianobacterias que son de los más altos que se han registrado", afirma. Cobo propone hacer un estudio para prevenir estos ciclos naturales de floración muy frecuentes en ríos contaminados para poder actuar: "Si se potabiliza el agua adecuadamente no habrá ningún problema para el consumo, pero, insisto que el ecológico habría que solucionarlo".

Aunque hace casi una semana que la Xunta ha dejado de exponer en la red los resultados de los análisis, estos sólo mostraban los recuentos de células por litro de agua pero no los niveles de concentración de toxinas, un dato que resulta imprescindible para que los microbiólogos puedan evaluar la situación. Cobo cree que la Microcystis bajará por el río; de hecho ya ha alcanzado algunos puntos como Ponte Arnelas y Baión, en Vilanova de Arousa.

El profesor se ha mostrado de acuerdo con la decisión adoptada el viernes de abrir las compuertas del embalse, lo que en principio ha permitido bajar la concentración de cianobacterias en la presa, según Augas de Galicia.

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