"Las películas salen de mi interior pero son para el público"
Con la primera persona con quien el actor y director Peter Mullan (Peterhead, Escocia, 1959) celebró su Concha de Oro por Neds fue con un maestro, Steven Spielberg, con el que está rodando en Inglaterra la película War horse. "Me dijeron que guardara el secreto. Yo callado. Y nada más llegar al plató el viernes, apareció Steven dando gritos delante de mil personas: '¡Has ganado! ¡Has ganado San Sebastián!".
"Steven es una leyenda, es intocable", afirmaba ayer Mullan recién llegado a San Sebastián. "Steven me habló maravillas de la ciudad, aunque se intoxicó con una comida cuando presentó aquí Tiburón en 1973. Nunca podré llegar adonde está él. Nunca pensé ni siquiera como actor que algún día trabajaría con él y, menos aún, me puedo comparar como director". "Con Spielberg aprendo en cada momento, igual que con todos los directores con los que he trabajado, porque cada uno tiene su mirada. Pero uno debe de mantener la suya propia sin imitar la de otros".
"Si me hubiera dedicado sólo a dirigir estaría muerto de hambre"
"Buñuel es fundamental. Rompió reglas, mezcló géneros"
Como director, Peter Mullan no se puede quejar de la suerte que tiene. Su segundo trabajo, Las hermanas de la Magdalena, ganó el León de Oro en Venecia en 2002. Ayer consiguió la Concha de Oro con Neds. "Pero nunca dejaré la actuación. Si me hubiera dedicado solo a dirigir o escribir estaría muerto de hambre. Como soy actor me puedo permitir las otras dos cosas".
Neds fue rechazada en el Festival de Venecia "por clásica" y ahora ha ganado en Donostia un gran premio que el cineasta definió como "necesario". "El cine pequeño necesita festivales con los que lanzar sus títulos. Aun así no hago largometrajes para festivales. Las películas salen de mi interior pero van dirigidas siempre al público. Le tengo presente".
Peter Mullan, siempre cerca de un cigarrillo y una cerveza, recordó anoche en la gala de clausura del certamen a los jóvenes escoceses, a los que dedicó el premio. "No creo que estos jóvenes tengan una vida más complicada que los del resto del mundo, pero les tuve muy en cuenta mientras rodaba esta historia. He hablado del tiempo de sus padres y sus abuelos. A lo mejor soy muy optimista, sin embargo, espero que con la película descubran que la vida de las bandas no es buena para ellos". El cine de Mullan ha apuntado siempre a la denuncia social, a la rigidez católica y a la educación británica. "Muestro una Iglesia católica del pasado y creo que las cosas han mejorado, aunque no lo suficiente. Espero que cuando los responsables religiosos vean esta película se den cuenta del retraso que llevan".
El escocés reconoció una curiosa influencia en su cine: la de Buñuel y, concretamente, la etapa mexicana del director aragonés. "Buñuel es fundamental. Rompió reglas, mezcló géneros y nunca se dejó limitar por ninguna traba. Me interesa su objetivo, que siempre fue despertar al público".
Babelia
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