López celebra que el PNV vuelva al Estatuto y se aleje del rupturismo

"Quiero dar la bienvenida a los que han vuelto a la defensa del Estatuto. Es una buena noticia para todos, lo digo de corazón", fue la frase con la que el lehendakari, Patxi López, trató de dar la vuelta a la difícil situación en la que por segundo año consecutivo le ha puesto la necesidad de los votos del PNV para el presidente del Gobierno, el año pasado por el veto y este por la cesión a sus planteamientos para el traspaso de las políticas activas de empleo. El hecho le ha infligido un nuevo revés en imagen, liderazgo y capacidad de interlocución, que casi todos los portavoces pusieron de manifiesto ayer. López no podrá mover una coma, el acuerdo se redactará con todo el contenido cerrado y al lehendakari solo le quedará estampar la firma debajo. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, sin ser un gran defensor de la política de acuerdos entre su partido y el PSOE, afirmó que el lehendakari "ha quedado apeado de la primera división de la política" y su Gobierno "descolocado".

Basagoiti reprocha al líder del PSE que no sea "más valiente ante La Moncloa"

A López no le quedó más que felicitarse, en la tribuna del Parlamento y nada más empezar su primer debate de política general, de que el primer partido de la oposición haya vuelto a la senda del Estatuto y esté negociando transferencias en lugar de planteando desafíos rupturistas como los de los 10 años anteriores. López casi arrancó por ahí su intervención, como queriendo quitarse cuanto antes el fardo de encima y negó que de cuestiones como esta dependa su liderazgo. El presidente del PP, su socio preferente, Antonio Basagoiti, le reprochó no haber tenido "más valentía ante La Moncloa". "Usted debería haberse impuesto" ante el "mercadeo hábilmente aprovechado por el PNV". Ni Basagoiti ni la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, secundaron las acusaciones de ruptura de la caja única de la Seguridad Social.

López recibió los únicos capotes de su grupo parlamentario y de la consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, que será la encargada de recibir la transferencia y ha sobrellevado muy mal el año de retraso. Zabaleta inscribió sin complejos el acuerdo con el PNV "en la hoja de ruta del Gobierno" vasco e inquirió a ese partido sobre los motivos por los que no la puso como condición inexcusable de otras negociaciones cuando gobernaba.

Durante su liderazgo en Euskadi, el PNV ha acordado Presupuestos con Felipe González, José María Aznar, en este caso incluido el voto a su investidura, y todos los de Zapatero, menos el de 2005. Solo cuando perdió el Gobierno y López hizo saber que ese traspaso era su prioridad "se apresuró a quitarle la bandera", dijo Zabaleta. En todo caso, advirtió, será en vano "buscar fisuras en el socialismo: los intereses del Gobierno central y del Ejecutivo socialista vasco son compartidos". Con el acuerdo alcanzado el miércoles "ganan los vascos, Euskadi y el Estado".

López destaca la importancia de que el PNV "se implique en la gobernabilidad de España"