Noches en vela para aprender inglés
La falta de plazas en la Universidad Popular de Valencia genera largas esperas
"Aquí estamos. Esperando a que abran", explicaba ayer una señora sentada en una silla plegable en la calle de Dénia, en el barrio de Russafa de Valencia. A su lado esperaban unas 150 personas. La matrícula del curso de inglés de la Universidad Popular, dependiente del Ayuntamiento de Valencia, empezaba a las 16.00. "Los primeros han llegado a las dos de la madrugada", contaba la mujer. La cola estaba formada en buena parte por personas mayores: algunas querían aprender; otras guardaban la vez a familiares que no podían estar de guardia.
El aprendizaje de idiomas en los centros públicos en la ciudad requiere "un punto de heroísmo" por falta de plazas, afirmó al respecto el concejal socialista Juan Soto. A principios de mes, 12.000 personas se quedaron fuera de la Escuela Oficial de Idiomas, cuya sede lleva años saturada. Y cuyo nuevo edificio, a pesar de las promesas, no ha empezado a construirse, con el Ayuntamiento y la Consejería de Educación atribuyéndose la responsabilidad por el retraso.
Una suerte parecida esperaba a una parte de quienes aguardaban ayer la apertura de la Universidad Popular, porque solo había sitio para 100.
"En general hay plazas. Puede haber problemas en alguna oferta, como la de inglés, pero hay muchos otros cursos que se pueden hacer", respondió un portavoz del Ayuntamiento. ¿Y son necesarias las colas? "Entendemos que es el sistema más justo que hay, porque no todo el mundo tiene Internet. Al final muy pocos se quedan fuera de los cursos que quieren. Otros años se ha respondido a la mayor parte de las peticiones", añadió.
Juan Soto aseguraba, sin embargo, que eso es un misterio: "Se lo hemos pedido muchas veces al equipo municipal y jamás nos han dicho cuánta gente se queda fuera". El concejal abogaba por mejorar el sistema de matrícula (por ejemplo con una preinscripción que facilite ajustar la oferta) y destacaba la paradoja de que en plena crisis, cuando muchos eligen formarse, los Gobiernos municipal y autonómico no puedan responder al aumento de la demanda.
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