"Shakespeare es culpable de que yo sea actriz"
"¿Puedo decir algo? Me encantan los españoles, sois gente tan divertida... Acabo de estar con unos amigos en Italia y ellos a su vez habían invitado a unos amigos españoles... Fue tan estupendo, es tan agradable estar con vosotros. ¿Sois todos así?". Después de informar a Helen Mirren (Londres, 1945) de que acostumbramos a ser bastante divertidos hasta que decidimos dejar de serlo, la actriz sonríe e invita al periodista a sentarse en una silla en su habitación. Mirren hace lo propio cerca de la ventana, abre un abanico y entonces es inevitable recordarla en La reina (por la que ganó el Oscar) o Gosford Park, quizás porque parece imposible tener tanta clase y presumir tan poco de ella.
"Mi foto no fue un desnudo, estaba en la bañera con un toque erótico"
La intérprete británica estuvo en Venecia defendiendo una adaptación de la obra de Shakespeare, La tempestad, dirigida por Julie Taymor, con la que se cerró la 67ª edición de la Mostra.
Pregunta. Déjeme que le pregunte por el desnudo de The New York Magazine...
Respuesta. [Sonríe] Oh, vamos, eso no fue un desnudo, era una simple foto en la bañera con un pequeño toque erótico. ¿Sabes lo que me sucedió con esa foto? Yo acordé hacer una sesión de fotos para una revista y a los cinco minutos de publicarse ya estaba la foto en no sé cuántas webs. Pensé: "Vaya, esto es absurdo. ¿Quién va a pagarle los derechos de copyright al fotógrafo?". Eso es Internet, algo que está absolutamente fuera de control. Es la primera vez que lo vi tan claro.
P. ¿Así que también se lleva bien con las nuevas tecnologías?
R. Diría que estoy más bien en pleno proceso de adaptación y que hago lo que puedo. Me da un poco de miedo todo ese mundo digital pero supongo que tendré que acostumbrarme.
P. ¿Cuál es su relación personal con Shakespeare? ¿Cómo fue su primera vez con él?
R. Lo recuerdo perfectamente, porque cuando empecé mi carrera solo quería interpretar obras de Shakespeare. No tenía ningún interés en hacer películas, no tenía ningún interés en la televisión, solo quería hacer teatro y solo quería hacer Shakespeare. El momento clave se produjo cuando yo tenía 14 años y fui a ver un Hamlet. Era algo amateur y no recuerdo si era buena o mala, pero lo que sí recuerdo es que me fascinó, me hechizó, aunque -por supuesto- no entendí ni una palabra [risas].
P. Le echaremos la culpa a Shakespeare de que sea usted actriz.
R. ¡Por supuesto! Si hay un culpable ese es él. De hecho no paré hasta que me cogieron en la Royal Shakespeare Company, y solo hice obras de Shakespeare durante cinco o seis años. Y bueno, aquí estoy ahora. William tuvo la culpa, no hay ninguna duda.
P. ¿Y por qué se alistó en La tempestad? Dicen que Julie Taymor es una directora durísima.
R. No, ¿quién dice eso? Yo me llevo muy bien con ella y lo de La tempestad fue muy sencillo en realidad. Un día me encontré a Julie y me dijo: "Quiero que trabajemos juntas. ¿Qué te apetecería hacer?". Respondí que quería el papel de Próspera en La tempestad y ella me dijo que de acuerdo. Yo estaba convencida de que iba a ser una obra de teatro cuando de repente me llama y me suelta que ya lo tiene todo listo para la película. "¡Oh dios mío! ¿Te has vuelto loca?", le dije yo. ¡No sabes qué terror me produjo oír aquello!
P. Le sienta bien la metralleta.
R. [Risas] Supongo que has visto el nuevo tráiler de Red. ¿Qué te parece que a mi edad pueda ir por ahí disparando a la gente [risas]? ¿Que si me sorprendió que me ofrecieran el papel? Pues claro que no. ¡Siempre me he visto como una mujer de acción!
P. ¿Y lo de verla en las aventuras del Capitán América?
R. ¿El Capitán América? La primera vez que lo oigo... Ya no saben qué inventarse.
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