Las cajas se enchufan al grifo del BCE tras la fuga de depósitos
Los bancos lograron 23.000 millones en la guerra por captar ahorro
Poco antes del verano, saltó la sorpresa. La banca española pasó de pedir 85.600 millones prestados al Banco Central Europeo (BCE) en mayo a 126.000 millones en junio. Un mes después, se incrementó más la factura: hasta los 130.000 millones. Esto supone que bancos y cajas absorben el 30% de todo lo prestado por el BCE, muy por encima de lo que representa la economía española en la Unión Europea. Se encendieron las alarmas por la falta de liquidez que sufrían las entidades en España.
Pero no están en igual situación unos que otras. Los últimos datos hechos públicos por el Banco de España y por la Asociación Española de Banca (AEB) revelan que en los seis primeros meses, últimos datos disponibles, los bancos captaron 23.000 millones de euros en depósitos mientras que las cajas han dejado escapar 20.000 millones.
Las cajas habían dominado hasta ahora el mercado del pasivo
Los bancos pasaron de ofrecer un 1% en diciembre al 2,02% en julio pasado
Esta fuga de ahorro es la primera vez que ocurre en los últimos años, ya que las cajas siempre han dominado el mercado del pasivo y llevan muchos años ganando cuota de mercado. Según los datos de la AEB, la apelación de los bancos al BCE solo se ha incrementado en 1.500 millones en los últimos meses, lo que indica que son las cajas las que están enchufadas al grifo de liquidez del banco de Francfort.
La guerra que, como otras ocasiones, desencadenó el Santander con la campaña de los depósitos al 4% metió en un lío a las cajas. Involucradas en tortuosos procesos de fusión y con problemas por la caída de los márgenes financieros, las entidades de ahorro no pudieron responder al ataque. Los bancos pasaron de ofrecer un 1% de tipo medio ponderado para el ahorro a plazo en diciembre de 2009, al 2,02% en julio pasado, según el Banco de España.
Las cajas siguieron el camino contrario: del 1,86% que pagaban en diciembre descendieron hasta el 1,58%. "Esto es una guerra para robar clientes, los buenos clientes, a ver si queda claro de una vez", afirmó con rotundidad Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Santander, para explicar su estrategia.
Los bancos devolvieron el golpe de sus competidoras que los años anteriores captaron más ahorro al estar menos preocupadas por los márgenes financieros, ya que no cotizan en Bolsa. En 2009 los bancos lograron 11.000 millones de euros frente a los 20.000 de las cajas. En 2008, estas consiguieron otros 10.000 millones de ventaja y en 2007 la diferencia fue de 33.000 millones a favor de las cajas.
Desde abril pasado los clientes se están llevando sus ahorros a los bancos y las cajas han tenido que buscar la liquidez en el único sitio donde estaba, el Banco Central Europeo. La manguera de dinero europeo les ha permitido atender los vencimientos más apremiantes. En junio, las fuentes habituales, los mercados mayoristas, estaban cerrados.
El mercado de repos (instrumentos financieros a corto plazo) estaba seco. Además, los mercados mayoristas habituales -donde se colocan cédulas hipotecarias, bonos, titulizaciones, etcétera- tenían alergia a cualquier emisión de entidades españolas, sobre todo si eran cajas de ahorros.
"El mercado ha cambiado radicalmente. Los bancos importantes se han vuelto agresivos por los depósitos y, además, tienen capacidad de financiarse en los mercados. Mientras tanto, las cajas, con la excepción de las dos grandes, se han quedado fuera, lo que les hace más dependiente de fondos del BCE", apunta Íñigo Vega, de Iberian Equities.
El Banco de España acaba de alertar de la gravedad de esta situación. El jueves pasado, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo que la apelación a la liquidez del BCE "no debería convertirse en un canal de financiación permanente". Por eso, Ordóñez pidió cambios estructurales a las cajas de ahorros y que acudieran a la disciplina del mercado -es decir, la cotización en Bolsa- para mejorar su gobernanza.
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