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Las consecuencias del comunicado de la banda
Columna
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Yo no les creo

Ramón Jáuregui

¿Por qué ha perdido ETA su pretendido golpe de efecto? Porque la democracia ha reaccionado con unidad e inteligencia. Inteligente es rebajar la respuesta institucional hasta casi el desprecio. Lo es, también, interpretar el comunicado como un movimiento táctico de los terroristas más que como el auténtico giro estratégico que todos esperábamos. Inteligente ha sido subestimar fuera de España esta noticia para privar a ETA de su gusto por la internacionalización de su conflicto. A todo ello se ha unido la convergencia de mensajes de los líderes y de los partidos. La unidad de acción con el principal partido de la oposición en esta materia sigue siendo fundamental y está en el origen del éxito contra ETA de estos últimos años, más allá de las diferencias puntuales en algunos momentos y de las obsesiones personales de algunos. Conviene recordar que la unidad se fraguó en el Pacto Antiterrorista que el PSOE propuso a Aznar en 2000, y que la ilegalización del entramado político de Batasuna adoptada en 2002, también por acuerdo, está resultando clave en este proceso. También ha sido clave, en el estado actual de las cosas, la manera en que ETA rompió la tregua en 2006. Eso les ha provocado un descontento entre sus bases y sus presos que explica, en parte, su propuesta. Ahora lo que pretenden es evitar una ruptura interna y culpar a la democracia española de intransigencia, buscando probablemente una nueva legitimación para la violencia en el supuesto inmovilismo de la democracia española.

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Esto es lo que puede estar detrás del movimiento del domingo. Porque si algo es evidente en la insuficiencia del comunicado y en la anacronía de su propuesta es su voluntad de mantenerse como una organización viva, aunque solo sea para matar. Yo no creo en la capacidad de raciocinio de ETA y no espero de una organización diezmada y descabezada la capacidad de liderazgo para gestionar su propio fin. Por eso hay que persistir en la unidad y en la firmeza.

Ramón Jáuregui es eurodiputado socialista.

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