Los hoteleros aplauden las obras del Gobierno y el Consell las critica

Era la tercera vez en pocos días que el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, criticaba sin disimulo el anuncio del Ministerio de Fomento de indultar ocho de las 13 obras que canceló o retrasó sine die el pasado julio en la Comunidad Valenciana a causa del recorte presupuestario. Su entrevista ayer con dirigentes de la Cámara de Contratistas de Obra Pública y con Fecoval le sirvió de coartada para insistir en la "imprevisión" del ministro José Blanco.

No esperaba Flores la reacción de la patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, que a través de su presidente, Antoni Mayor, enmendó la plana al consejero y agradeció a Fomento el rescate de algunas infraestructuras "estratégicas para el turismo".

Esta patronal fue la primera que urgió a Fomento a que desdoblase el acceso al aeropuerto de L'Altet, por carretera y por tren, y el ministerio la ha previsto, aunque por el sistema de financiación público-privada. "Las noticias que llegan desde el ministerio son esperanzadoras para este sector", concluyó Mayor. Agustín Navarro, alcalde de Benidorm, salió a la zaga de Hosbec y aplaudió la duplicación de la variante de la N-332 a su paso por la ciudad, otra de las obras salvadas por el Gobierno central del tijeretazo.

Otra patronal, la de los contratistas de obra pública, estima que estas obras no son suficientes. De hecho, ayer, aprovecharon su encuentro con el consejero Flores para pedirle más licitaciones. Lo reconoció el propio consejero en una comparecencia pública posterior: "Están satisfechos con los pagos de esta consejería, pero, eso sí, nos dicen que les gustaría que hubiera más licitaciones de obra pública". Al desplome de las nuevas adjudicaciones por parte de las tres administraciones públicas se unió el pasado julio la congelación de pagos por parte de Fomento.

Flores eludió las faltas de las Generalitat e hiló el discurso del agravio, ese que ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. El consejero autonómico se quejó de la imprevisión del Ministerio de Fomento a la hora de programar las obras, de ahí que emplace al ministro Blanco a detallar de las ocho actuaciones que piensa rescatar -frente a las cinco que seguirán congeladas-, cuándo, cómo y en qué plazos se ejecutarán.Los contratistas salieron de su encuentro con el consejero Mario Flores con la certeza de que el Plan Confianza, dotado con 1.020 millones de euros, es prácticamente el único programa de inversiones que la Generalitat desarrollará hasta los comicios autonómicos y locales previstos a mediados de 2011. Este plan no contenta a la patronal de la obra pública. Sólo un 2% de los proyectos previstos superan los 36 millones de euros; el resto son obras de entre 600 y 6.000 millones. "Es un mercado muy escaso para nosotros", admiten los contratistas. Algo parecido opinan del Plan E, impulsado por el Gobierno central, concebido para las microempresas con arraigo local. Desde Fecoval no quisieron hacer valoraciones al entender que la reunión de ayer fue una de tantas y de carácter privado.

El consejero autonómico trasladó a los empresarios que hará piña con ellos a la hora de presionar al ministerio. Y lo hará en sus dos próximas reuniones con altos cargos de Fomento: la primera será el 14 de septiembre, fecha en la que el Gobierno le presentará el plan de infraestructuras ferroviarias para mercancías, y la segunda, al día siguiente, donde Flores bajará al detalle con el secretario de Estado de Fomento, Víctor Morlán, sobre qué pasa con los proyectos indultados.

Flores presumió de estar al día en el pago de las certificaciones a los contratistas y de no paralizar una sola obra porque, como confesó a continuación, "lo que hemos hecho es no licitarla". Y recriminó de nuevo al Gobierno los quebraderos de cabeza que ha ocasionado a los constructores, incapaces de soportar aplazamientos en los pagos de dos y hasta tres años.

Pero los recortes no han afectado en exclusiva a Fomento. También la Generalitat ha dado un bocado a las inversiones de la Consejería de Infraestructuras. Flores reconoció que había recortado o "reprogramado", precisó luego, entre el 30 y el 35% de su presupuesto de inversiones de 2010 -que ascendía al comienzo del ejercicio a unos 750 millones de euros-.

El consejero volvió a pasar de puntillas sobre este recorte e insistió en aquellos proyectos que Fomento no recuperará. Es el caso del tren de alta velocidad a Castellón. O la llegada del AVE a Alicante, prevista en un principio para 2012, y que ahora peligra, en palabras del consejero, porque parte de la obra se financiará con dinero público-privado. "No están hechos todavía los pliegos para sacar a concurso estas obras, tampoco se ha reformado la ley de financiación y no creo que todos esos trámites puedan hacerse ante del año próximo", dijo el consejero escéptico.

El corredor mediterráneo de alta velocidad está en peligro si no se ejecuta el AVE entre Valencia y Castellón, y tampoco será posible el corredor ferroviario de mercancías. En este contexto de recortes, al consejero valenciano le pareció un desacierto, incluso un derroche, que el Gobierno español haya invertido tanto dinero en la Expo Universal de Shanghai o la contribución española para ayudar a Haití en la catástrofe natural que sufrió hace unos meses.

Ni una palabra de Flores al dinero invertido por la Generalitat en la visita del Papa a Valencia en 2006 o en el Valencia Street Circuit de Fórmula 1 o en otros grandes eventos proyectados por el Gobierno de Francisco Camps.