La telefonía móvil provoca tres de cada diez quejas
La mitad de los usuarios se sienten desprotegidos ante las operadoras
Uno de cada dos consumidores en Andalucía, exactamente el 56,3%, se siente indefenso ante las compañías de telefonía móvil. Son las empresas que provocan más conflictos (28,8%), seguidas de las tiendas de electrodomésticos (20,2%). Al sentimiento generalizado de desprotección, solo le siguen, y muy de lejos, la banca y los seguros (38,7%). La indefensión de los usuarios ante las empresas de telefonía móvil se refleja en el último Barómetro Andaluz de Consumo (BACO), que elabora la Consejería de Salud con el Instituto Andaluz de Estudios Sociales Avanzados (IESA). El documento señala, además, que es el sector que más hojas de reclamaciones genera, 1.571 durante el primer semestre de 2009.
El problema con las operadoras va en aumento año tras año: cuatro décimas más que en 2008 y seis puntos frente a 2007. A este tipo de conflictos, y a los que suceden en las tiendas de electrodomésticos, se suma el suministro de luz y agua, que supone una de cada diez quejas.
Pero no son los únicos que provocan sensación de desprotección: El 99% de los usuarios tienen muy poca confianza en las agencias inmobiliarias y lo mismo le ocurre al 98% de los encuestados con las promotoras de vivienda. Y es que el 26% de los usuarios afirma haber tenido un problema con algún sector.
El sector en el que se encuentra mayor seguridad, aunque genere conflictos en la compra, es el de los electrodomésticos. Este dato, según señaló ayer la consejera de Salud, María José Montero, es "relevante" porque el usuario antepone la prestación del servicio al problema generado en la compra.
Según el barómetro, en el que se han entrevistado a 1.200 personas, los consumidores prefieren solventar por su cuenta sus problemas. En nueve de cada diez casos, acuden a los establecimientos para reclamar, y el 46% solicita el libro de reclamaciones. Si ir a la tienda fue una buena decisión para la mitad de los usuarios porque arreglaron la situación al dialogar con el comerciante, no sucedió lo mismo para los que sí pidieron la hoja de reclamaciones: El 60% afirma que el problema finalmente no se solucionó.
El conflicto, en ocasiones, es culpa del usuario. Tres de cada diez personas admiten que nunca revisan las condiciones de los servicios. Una actitud que se traslada a la hora de exigir la factura con el IVA. Y es que el 44% dice que no lo pide nunca.
Aunque el barómetro redunda en la idea de autonomía de los consumidores, es destacable que la mayoría piensa que necesita la protección de la Administración pública. Esta opción es preferente a las asociaciones, o de la ciudadanía como defensoras de sus derechos.
Para el 23% de los encuestados, su prioridad es el incremento del control sobre el consumo. Y para eso responsabilizan directamente a la Junta de Andalucía (4,2 sobre 5). Sin embargo, es una minoría la que acude a los organismos oficiales para que arbitre.
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