Claudia Sheinbaum confía en que los aranceles “van a quedar pausados permanentemente”
La presidenta da una imagen de tranquilidad tras una semana en que el peso se tambaleó ante la perspectiva de los gravámenes y México tuvo que destinar 10.000 militares a la frontera para apaciguar a Trump
México vive pendiente de los designios de Donald Trump. Hay una pregunta omnipresente estos días en el país: ¿qué va a pasar con la amenaza del 25% de aranceles? La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, y su equipo consiguieron paralizar a última hora la subida de impuestos este lunes. Ganaron un mes de tiempo para negociar con el mandatario estadounidense, un plazo que vence el 4 de marzo. Preguntada de nuevo sobre los gravámenes este miércoles durante la Mañanera, en Querétaro, Sheinbaum ha reiterado con tranquilidad: “Están pausados, no hay que estar especulando con lo que va a pasar dentro de un mes. Nosotros confiamos en que vamos a tener un buen acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos y que el tema de los aranceles va a quedar, ahora sí, como le dije al presidente Trump, pausado permanentemente”.
Sheinbaum esquivó por la mínima la imposición de los gravámenes, una medida sin precedentes que habría generado un impacto difícil de predecir en la economía mundial y una probable recesión en México. Solo la perspectiva de la subida de aranceles sacudió los mercados y debilitó el peso, que llegó a cotizar por encima de 21,00 unidades por dólar, para bajar después del aplazamiento. Al momento de publicación de este artículo, oscila en torno a las 20,70. Más del 80% de las exportaciones mexicanas están destinadas al mercado estadounidense, unos 466.000 millones de dólares.
El mes extra no salió gratis. Sheinbaum tuvo que prometer el despliegue de 10.000 soldados en los más de 3.000 kilómetros de frontera compartida con Estados Unidos para apaciguar a Trump. Como su predecesor en el cargo y mentor político, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta de México militarizó la frontera por exigencias de su homólogo del norte. Una de las promesas de la primera campaña de Trump, que ya gobernó el país entre 2016 y 2020, fue construir un enorme muro a lo largo de la línea divisoria entre ambos países que los mexicanos tendrían que pagar. Nunca lo consiguió. En su lugar, convirtió a México en su gendarme, una muralla humana de contención a base de militares, agentes del Instituto Nacional de Migración y una burocracia imposible de sortear para los migrantes que atravesaban su territorio.
Las organizaciones de derechos humanos denunciaron una y otra vez a lo largo del sexenio de López Obrador (2018-2024) que la estrategia migratoria de contención que seguía México por orden de Estados Unidos en general, y el uso de militares en la frontera en particular, violaba los derechos de los migrantes. El país vuelve a encaminarse en esa dirección. Por el momento, las tropas enviadas por Sheinbaum, principalmente efectivos del Ejército y la Guardia Nacional, se están movilizando hacia el norte, a 18 de las principales ciudades fronterizas.
Según fuentes federales, el reparto de soldados quedará así: en Baja California, Tijuana recibirá 1.949, Tecate 500 y Mexicali 561; en Sonora, Nogales 564, San Luis Río Colorado 550, Sonoyta 500, Agua Prieta 373; en Chihuahua, Ciudad Juárez 1.650, Puerto Palomas 500, Ojinaga 470; en Coahuila, Ciudad Acuña 460, Piedras Negras 557; en Nuevo León, Colombia 623; en Tamaulipas, Nuevo Laredo 207, Ciudad Mier 186, Playa Bagdad 94, Reynosa 135 y Matamoros 121.
El resto de Estados han visto con miedo la reubicación de militares en la frontera. México atraviesa una crisis de violencia que ha dejado numerosas regiones del país atenazadas por el crimen organizado, y hay sectores de la población que temen que el trasvase de soldados signifique mayor desprotección contra las mafias. Sheinbaum ha repetido este miércoles, como ya lo hizo el día anterior, que el resto del territorio seguirá protegido pese a la movilización. “Estamos hablando de 120.000 elementos de la Guardia [en todo el país]”, dijo el martes, y solo 10.000 se dirigen al norte. “Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país”, añadió, para remarcar que tan solo se trata de una “reorientación de las fuerzas”.
Trump exige que sus socios comerciales en el T-MEC, México y Canadá, a los que también amenazó con aranceles que paralizó en el último minuto, controlen más su frontera porque, de acuerdo con su hipótesis, su laxitud permite la entrada de delincuentes y fentanilo, un potente opioide causante de miles de sobredosis en Estados Unidos, el enemigo público a batir por Washington. Sheinbaum ha repetido durante los últimos meses que en una transacción hay dos partes: quien vende, quien compra, y que Estados Unidos tiende a consumir lo que desde México se trafica. Además, ha recordado que las armas que usan los cárteles provienen del norte. Por el momento, México —la población, el sector empresarial e incluso la oposición— ha cerrado filas con presidenta, a la espera de la nueva acometida. Hay un mes imprevisible por delante.
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