Un seguro para 129.000 'xavis'

Mutua Madrileña, que ha hecho una seria apuesta por intentar crecer en Cataluña y también por abrirse a otros ramos de actividad más allá de los seguros de automóviles, será uno de los patrocinadores de la selección catalana de fútbol, a través de su empresa especializada en negocios de seguros de salud, Aresa, con sede en la comunidad catalana y que compró en 2005. El acuerdo para el patrocinio de partidos de la selección catalana y de actividades que pueda realizar la Federación Catalana de Fútbol abarca los próximos tres años y supondrá una aportación anual cercana a los 600.000 euros, según confirmaron fuentes de esta federación deportiva.

El acuerdo se enmarca en la adjudicación a Aresa de la cobertura sanitaria obligatoria de todos los futbolistas federados que hay en Cataluña, que superan los 129.000. Este contrato de cobertura obligatoria, por un importe aproximado de 4,6 millones de euros al año, se ha cerrado ya, aunque está pendiente aún de formalización, según las mismas fuentes.

El acuerdo con Mutua Madrileña lo ha negociado y firmado la Mutualidad Catalana de Futbolistas, que es la delegación territorial de la mutualidad de previsión social de futbolistas españoles, pero todos los miembros de la Federación Catalana de Fútbol son mutualistas.

Casi el 40% de los afiliados son atendidos en sus instalaciones de la Ronda de Sant Pere de Barcelona, pero la cobertura se refuerza con el contrato con una entidad. En los últimos cuatro años, esa entidad ha sido Asisa y a partir de ahora le corresponderá la tarea a Aresa.

El pulso por el nuevo contrato ha sido duro y en la recta final lo han protagonizado Mutua Madrileña y la catalana Aliança, que tras salir airosa de la intervención a la que estuvo sometida por la Generalitat, lleva un tiempo intentando posicionarse precisamente como la gran mutua catalana del deporte, mediante acuerdos con las distintas federaciones deportivas de Cataluña.El potencial de negocio para las aseguradoras de salud de las federaciones deportivas es evidente, ya que en Cataluña existen más de sesenta federaciones, con unos 770.000 miembros a los que ofrecer prestaciones.

La decisión de la Federación Catalana de Fútbol ha sido así un traspiés en los planes de Aliança, cuyo plan estratégico la sitúa como proveedor preferente de seguros de salud entre los deportistas catalanes y que ayer no realizó comentarios. Algunos de los acuerdos que ya ha logrado Aliança competen a las federaciones catalanas de atletismo, pádel o rugby, entre otras, pero la gran esperanza que tenía era la Federación Catalana de Fútbol, por sus 129.000 practicantes de ese deporte federados.

"No ha sido una decisión sencilla", explican los negociadores del acuerdo, que han trabajado en ello entre mayo y junio. "Las propuestas de Aliança eran muy buenas, pero finalmente nos hemos inclinado por Aresa porque nos daba más tranquilidad desde el punto de vista asistencial". También admiten que uno de los factores que ha influido en la decisión, teniendo en cuenta la delicada situación financiera de muchos clubes de fútbol, es la mencionada apuesta por el patrocinio de la federación, siguiendo los pasos de La Caixa y de Damm. A Aresa, cuya actividad se abre a toda España a diferencia de Aliança, le resultaba de más interesante realizar una apuesta de patrocinio de mayor envergadura.

En la actualidad, Aliança se encuentra en la recta final de la separación de la actividad aseguradora respecto de la asistencial -separación que la Generalitat ve con buenos ojos- y negocia la venta de centros hospitalarios como el Sagrat Cor de Barcelona con el fondo sueco Capio, que es dueño del Hospital General de Catalunya.

Fuentes de la federación de fútbol aseguraron que se descartó renovar el contrato con Asisa "debido a que el servicio que ha prestado a los deportistas mutualistas en Tarragona en el último año y medio ha sido peor que deficiente y llevábamos mucho tiempo quejándonos, aunque en Barcelona, Lleida y Girona era correcto".

Mutua Madrileña, que no comenta los contratos hasta que están ya rubricados, no realizó ayer declaraciones sobre la adjudicación. Sí recordó que, tras comprar la catalana Aresa hace casi cinco años por 352 millones de euros, la ha mantenido como una sociedad anónima independiente con sede en Cataluña de ámbito estatal. El patrocinio será de Aresa, no como Mutua Madrileña, que bajo esa denominación no ofrece seguros de salud. Dos tercios de los mutualistas de esta entidad están en Madrid y de ahí que la empresa esté muy activa para intentar crecer en otros importantes núcleos urbanos.