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Fomento relantiza las inversiones en seguridad y salvamento marítimo

El Gobierno sitúa el sistema actual entre los mejores del mundo

El Plan de Seguridad y Salvamento Marítimo 2010-2018, que ayer presentó en Vigo el ministro de Fomento, José Blanco, tras su aprobación, horas antes, por el Consejo de Ministros, se centra en reforzar la prevención y afianzar el sistema existente, que el Gobierno considera uno de los servicios más avanzados del mundo después del esfuerzo inversor del plan precedente (2006-2009). El nuevo plan, para un periodo de ocho años, cuenta con una dotación de 1.690,5 millones de euros, que aglutina una inversión media anual de 211,3 millones de euros frente a los 256 millones anuales del plan precedente, aunque la inversión en el aprobado ayer será revisable en 2013 en función de las necesidades operativas del momento.

Se destinan 270 millones a modernizar los medios materiales

El plan 2006-2009 fue el más ambicioso de todos los que le precedieron, multiplicó por 6,6 las inversiones del anterior y situó el servicio de seguridad y salvamento marítimo español como un referente internacional, según subrayaron ayer tanto la directora general de Marina Mercante y presidenta de la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo, Isabel Durántez, como el ministro Blanco en el acto celebrado en la playa de Samil.

El Gobierno mantendrá en el nuevo plan las inversiones "con ritmo razonable", dijo Durántez, para reponer los medios imprescindibles, robustecer lo que ya hay y consolidar así el actual marco estratégico de actuación. De los casi 1.700 millones presupuestados para el funcionamiento del servicio, 439 se destinarán a inversiones y de estos, 270 millones a "modernización de los medios materiales", según cifró Blanco, que incluyó en esa partida la adquisición de tres nuevos buques polivalentes (hay cuatro) y tres helicópteros de gran porte (hay ocho de tipo medio) "por un total de más de 200 millones". El presupuesto no alcanza para mucho más.

De hecho, los sindicatos CGT, UGT y CC OO difundieron ayer mismo la intención de Fomento, comunicada a las tres organizaciones por el propio ministerio, de reducir las tripulaciones marítimas y aéreas del servicio, que apenas suman un millar de personas. El colectivo más numeroso, unos 700 tripulantes, pertenecen a las embarcaciones de intervención rápida, salvamares, y a las patrulleras de salvamento, guardamares, que no incrementarán su flota en el nuevo plan (el ministro aludió a que habrá 10 salvamares más, pero la nota de prensa fija para el plan una previsión de 55 unidades, que son las existentes).

Fomento, según los sindicatos, prevé aplicar, en aras del plan de austeridad, una reducción en los recursos de esa flota del 24%, lo que equivaldría a 102 puestos de trabajo, una medida que, según las mismas fuentes, "pone en serio peligro tanto el servicio que estos trabajadores prestan como la integridad de sus vidas", además de "incumplir con ello la normativa laboral española y la legislación marítima internacional". Por eso exigen una rectificación del ministerio.

En el acto de ayer se dieron reiteradas muestras de reconocimiento a la abnegada labor del personal del servicio, que Durántez cifró en más de 2.000 personas. El ministro glosó además los cuatro ejes del plan, a saber, reforzar el sistema preventivo "por un mar más limpio y seguro", afianzar el desarrollo del ya existente y "sólido sistema de respuesta ante las emergencias", crear un nuevo marco de relación institucional que permita generar sinergias y sumar los recursos de todos los agentes públicos y privados y, en fin, avanzar en la innovación y la investigación.

La presentación se celebró en una carpa instalada en la playa de Samil, sepultada por la niebla, y a la misma asistieron el delegado del Gobierno, Antón Louro, y la conselleira do Mar, Rosa Quintana, entre otros cargos, casi todos socialistas.

Autopista del Mar antes de fin de año

El ministro de Fomento, José Blanco, "es la garantía de que todos los grandes sueños de esta ciudad avanzan a su consecución", dijo el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la presentación del acto de ayer, sin necesidad de evocar sus desvelos con el AVE y la nueva estación. Ayer tocaba hablar de mar, "de lo que Vigo sabe mucho", en una "playa emblemática" y agrisada por la niebla -elemento frecuentemente siniestro en la brega marinera- y con un presentador, el propio Caballero, que se reafirmó en su conocimiento directo del mar por su condición de marino mercante.

El ministro, tras glosar las líneas generales del nuevo Plan de Seguridad y Salvamento Marítimo, se refirió a la nueva Ley de Puertos como un "hito" -por lo que expresó su reconocimiento al presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, presente en el acto-, ya que es "la primera ley de consenso" y que permitirá "una gestión más flexible, eficaz de los puertos y reducirá los costes portuarios", lo que redundará en una mayor competitividad del transporte marítimo. Con ese objetivo, Blanco apostó por "impulsar la alianza entre puertos y su inclusión en las grandes rutas marítimas". "De ello se va a ver beneficiado Vigo antes de final de año", espetó el ministro, "cuando pongamos en marcha con Francia la Autopista del Mar".

Esta singular autopista no ha superado en Vigo la condición de entelequia desde su formulación, hace un par de años, sin que apenas se haya avanzado en su concreción, como un sueño cargado de promesas interesantes aunque vagas. La de Gijón, puerto en leal competencia con Vigo, se pondrá en servicio en septiembre. Pero habrá que concluir con Caballero en que Blanco garantiza el avance de este otro gran sueño vigués.

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