Cintas de la CIA muestran una cárcel secreta abierta en Rabat tras el 11-S
El coordinador de los atentados terroristas fue grabado por agentes marroquíes
No caben dudas. Marruecos sirvió como centro secreto de detención de supuestos miembros de Al Qaeda detenidos en Afganistán y Pakistán por agentes de la CIA y de los servicios de inteligencia paquistaníes. El yemení Ramzi Bin al Shibh, uno de los principales organizadores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, fue trasladado a una prisión de Marruecos en 2002. Los carceleros marroquíes filmaron los interrogatorios de Bin al Shibh y remitieron las cintas a la CIA, según confirmó esta semana un funcionario estadounidense. Las grabaciones aparecieron en 2007, pero solo ahora han trascendido.
Desde 2006, Bin al Shibh permanece encarcelado en la base de Guantánamo. Este fundamentalista yemení fue el coordinador de los atentados del 11-S y mantuvo al menos una reunión en Tarragona con el egipcio Mohamed Atta, el piloto que estrelló el primer avión en las Torres Gemelas.
Al Shibh se reunió en España con Mohamed Atta, uno de los pilotos del 11-S
Las cintas salen a la luz con motivo de la investigación que un fiscal federal de Estados Unidos lleva a cabo sobre la destrucción de docenas de vídeos en los que se recogen los brutales interrogatorios y torturas que sufrían los supuestos terroristas. En las dos grabaciones de vídeo y una de audio de Bin al Shibh no se practican torturas. Binyam Mohamed, otro supuesto terrorista capturado en 2002 en Pakistán, también fue llevado por la CIA a una prisión marroquí cercana a Rabat. Mohamed aseguró que pasó 18 meses en esa cárcel y que fue "severamente golpeado" por sus interrogadores.
La CIA no se sirvió para sus actividades ilegales solo de países árabes o asiáticos (Tailandia, Marruecos, Jordania, Egipto o Afganistán). Varios Estados europeos también prestaron sus instalaciones. Los secuestros de presuntos terroristas y su traslado a países donde se ejerce la tortura en los interrogatorios fue "una práctica generalizada, metódica", concluyó un informe del Parlamento Europeo publicado en noviembre de 2006. Al menos 10 de esos secuestros -el informe apunta que son solo una pequeña parte de los que sucedieron- se ejecutaron en Europa, en cuyos aeropuertos hicieron escala 1.250 aviones que trasladaban a los terroristas. Un total de 68 de esas escalas se efectuaron en España.
Otro informe del Consejo de Europa de 2007 señaló que la OTAN también se implicó en la gestión de los vuelos secretos. Polonia y Rumania albergaron prisiones en los que se encerró a sospechosos que soportaron torturas sin disfrutar de asistencia legal alguna. Italia, Suecia, Macedonia y Bosnia permitieron que sospechosos fueran secuestrados en su propio territorio.
El senador suizo Dick Marty elaboró este informe del Consejo de Europa -organismo encargado de proteger los derechos humanos- que describe las violaciones legales cometidas por países miembros: detenciones secretas por periodo indefinido, captura de una persona y entrega a otro país sin cumplir los cauces legales, empleo de la información obtenida bajo tortura y puesta a disposición de los aeropuertos para las escalas de los vuelos ilegales. Marty explicó cuatro años atrás que la colaboración de la OTAN con la CIA fue producto de un pacto secreto alcanzado el 4 de octubre de 2001, tres semanas después de los atentados. En los regímenes autoritarios árabes aliados de EE UU estas acusaciones apenas tienen relevancia.
La guerra oculta
- Una red de prisiones. Entre 2002 y 2005, la CIA practicó secuestros y detenciones ilegales de presuntos terroristas con la complicidad de la OTAN, según un informe publicado por el Consejo de Europa en 2007. Se sirvió de países árabes y asiáticos (Tailandia, Marruecos, Egipto y Afganistán, entre otros) y de varios Estados europeos, como Rumania y Polonia.
- Vuelos y secuestros. Un informe del Parlamento Europeo reveló en 2006 que la CIA operó 1.250 vuelos en aeropuertos europeos, entre ellos 336 en Alemania. Hubo 68 escalas en España. En otros países como Italia y Suecia, los servicios secretos de EE UU secuestraron a sospechosos de terrorismo.
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