IN MEMÓRIAM
LUIS BERENGUER FUSTER
Hoy he comprendido, una vez más aunque por motivos diferentes, a Pedro Solbes. Hace unos meses, con ocasión de la muerte de nuestra común amiga Sole Abad, escribió un precioso obituario en el que empezaba afirmando que ese era el artículo que nunca hubiera querido escribir.
CHEMA GARCÍA MARTÍNEZ
Llevaba tres años recluida en su apartamento de Manhattan esperando a la muerte. Y esta le sobrevino, finalmente, el pasado sábado. Abbey Lincoln, la belleza indómita de sus primeros años como actriz de cine reconvertida en activista antisistema y en una de las cantantes más singulares que ha producido el jazz en su historia, se fue sin decir adiós a quienes durante tres años han esperado en vano verla.