Detenido el gobernador del Banco Central de Kosovo por corrupción
Serbia lanza una ofensiva diplomática tras el dictamen del Tribunal de La Haya
El clima de fiesta que Kosovo vivía ayer, un día después de que el fallo no vinculante del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) considerara que su declaración de independencia "no viola el derecho internacional", fue turbado por la detención del gobernador del Banco Central, Hashim Rexhepi, en el marco de una investigación sobre corrupción, evasión fiscal y blanqueo. Rexhepi fue detenido en su despacho en una operación coordenada por la Misión de la Unión Europea en Kosovo (Eulex), la misión civil de la UE que ayuda las autoridades kosovares en la puesta en marcha de sus instituciones. "El arresto significa que Eulex continuará a fortalecer el estado de derecho y a investigar sobre altos responsables", comentó la portavoz Karin Limdal a la agencia France Presse.
El líder de los serbobosnios dice que el fallo tendrá consecuencias
Según algunos analistas, la detención, justo un día después del fallo del Tribunal de La Haya, no es casual. En un país cuya economía, dos años después de su declaración de independencia, sigue basada en la ayuda internacional, la detención del gobernador puede ser un mensaje para dejar claro que la asistencia financiera no va a ser incondicional.
A pesar de la mala noticia, el Parlamento kosovar ayer solo celebró el dictamen del Tribunal de La Haya y aprobó una declaración en la que elogió "la profesionalidad e imparcialidad" de TIJ. Al leer el documento, el presidente de la Asamblea, Jakup Krasnigi, dijo que "la decisión histórica del TIJ contribuirá a la paz y estabilidad, no solo en Kosovo sino en toda la región". Mientras tanto, la portavoz del ministerio de Exteriores kosovar, Albana Bequiri, anunció el envío de cartas oficiales para pedir a los Estados que aún no lo han hecho el reconocimiento de Kosovo. De momento 69 de los 192 países miembros de la ONU se han declarado a favor de la independencia, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido. Entre los que se han opuesto, figuran Rusia, China y Bosnia y cinco miembros de la UE, España entre ellos.
Serbia prepara una iniciativa similar a la kosovar pero de signo opuesto. El Gobierno movilizará a los embajadores y enviará representantes a 55 países para remitir un mensaje personal del presidente, Boris Tadic, en el que el mandatario pide apoyo para la ofensiva diplomática que Belgrado se prepara a lanzar en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, tras dejar claro que "jamás reconocerá la unilateralmente proclamada independencia de Kosovo".
Si la prensa serbia reaccionó con indignación ante el fallo, definiéndolo "parcial" y "político", el ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremik fue aún más tajante: "Se ha abierto la caja de Pandora. Antes de que salga algo de ella, debe cerrarse y por eso el debate en la Asamblea General se celebrará a insistencia de un gran número de países miembros".
En Bosnia, uno de los países que no ha reconocido a Kosovo, también temen que alguna mala sorpresa salga de la caja. Con las elecciones presidenciales y legislativas de octubre a la vista, las declaraciones del primer ministro de la República Srpska, una de las dos entidades que forman el Estado, Milorad Dodik, sonaron como una alarma. "Si esto (la independencia de Kosovo) no es una violación del derecho internacional, entonces el futuro está de nuestro lado", declaró al diario Bild de Belgrado. Y añadió que los serbobosnios "analizarán con atención" el fallo del TIJ, que "podría tener consecuencias en la región".
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