
EULOGIA MERLE
Si puedes consumir, ¿para qué poseer?
La propiedad está dejando de estar de moda tras siglos como valor absoluto de la civilización occidental. No, no es que haya resucitado de sus cenizas el fantasma del comunismo o que una ola de fervor nos retrotraiga al desapego a las posesiones de las primeras comunidades cristianas.