Miuras que no hacen historia
En Pamplona todo el mundo hablaba ayer de los sanfermines del Mundial de fútbol. Muchos de los 20.000 asistentes ayer a la plaza de toros pamplonesa son aficionados a los toros y no menos aficionados al fútbol, de suerte que trataron de meter prisa a los toreros para que abreviasen y así poder salir pitando hacia sus casas o bares próximos para ver el fascinante encuentro.
Después de este preámbulo futbolero, saltaron al ruedo los toros de Miura. Toros fraguados en una maldita leyenda. Sin embargo, por lo general, sus juegos toricistas no pasan de ser sino bueyes de carreta. Mas la leyenda sigue y seguirá a más.
La corrida de Miura no pasará a la historia. Juan José Padilla consiguió una oreja con su toreo bullanguero, voluntarioso y muy listo de cara a los tendidos. El toro le cogió aparentemente de mala manera pero de todos modos cuando parecía que iba a matar ese toro el segundo torero, Rafaelillo, de pronto surgió de la enfermería, como por encanto, Juan José Padilla. Tras unas manoletinas espectaculares y tirarse a matar de mala manera, así y todo el público le premió con una oreja. Pongamos que era la oreja de alguien que tiene el pundonor de ir a matar su toro cuando podía permanecer en la enfermería como un herido de guerra. En su segundo fue muy deslucida la labor de la faena, estuvo mejor en banderillas que en su primero.
MIURA / PADILLA, RAFAELILLO, VALVERDE
MIURA / PADILLA, RAFAELILLO, VALVERDE
Toros de Miura: borregos, les pegaron en varas, bueno el quinto.
Juan José Padilla: bajonazo (oreja y pasó a la enfermería); pinchazo, bajonazo -aviso- (silencio).
Rafaelillo: pinchazo y casi entera -aviso- y descabello (saludos); -aviso-, bajonazo, dos descabellos -segundo aviso- cinco descabellos (silencio).
Javier Valverde: dos pinchazos, pinchazo hondo y dos descabellos (silencio); media estocada y descabello (silencio).
Plaza de toros de Pamplona, 11 de julio. Lleno.
Valverde estuvo medroso, sin ganas, sin nada de lo que hay que tener
Rafaelillo puso ganas, incluso talento, al robarle pases a un toro bobón. Le buscó las vueltas y le robó pases, estuvo valiente. En su segundo, el quinto de la tarde, siempre estuvo dispuesto y con buen oficio. Otra vez volvía a robarle pases. Su faena fue meritoria. Quizás nos hizo ver que el toro era peor de lo que era. Sin embargo ese toro tenía una faena que Rafaelillo no llegó a instrumentar.
En cuanto a Javier Valverde anotemos que estuvo medroso, sin sitio, sin ganas, sin nada de lo que hay que tener. Se ve que está de vuelta. Quiere llevarse un dinero despidiéndose de las plazas de primera categoría. Un bagaje bastante pobre.
Ayer la imagen de la tarde se la llevaron los tendidos del 6 y del 7 que estuvieron completamente vacíos. Las peñas sanfermineras protestaron no yendo a la plaza como repulsa hacia la decisión que había tomado el Ayuntamiento, organizador de las fiestas, que retiró la subvención a dos de las comparsas porque el año pasado, por lo visto, hicieron en alguna pancarta apología del terrorismo.
De ese modo, la suma de las restantes peñas se pusieron de acuerdo para boicotear los festejos taurinos como la corrida de ayer y dejar patente su protesta. Por alguna radio local oímos ayer que las peñas tenían la seguridad de que su boicoteo se iba a notar grandemente. La fuerza de su reivindicación evidenciaba su poder. No sabemos en que grado ese boicoteo tendrá su efecto en el futuro.
Y a partir de mañana están contratadas las figuras del escalafón. Dejamos atrás a los toreros modestos que tienen que pechar con las corridas más duras, para dejar paso a las figuritas de mazapán que consiguen que se les coloque con ganaderías suaves, bobonas, esas ganaderías que cuidan muy bien los veedores para que sus pupilos consigan gloria, dinero y el corte de muchas orejas.
La corrida de hoy
- Toros de El Pilar. La ganadería salmantina, encastada, vive un
momento dulce.
- El Cid. El torero sevillano atraviesa momentos difíciles en lo personal, que se han evidenciado en los ruedos. En San Isidro superó el bache y aprovechó la oportunidad de una sustitución. "Mi carrera no
ha sido un camino de rosas, pero no cambiaría nada",
ha dicho en alguna ocasión.
- El Fandi. El granadino es muy querido en Pamplona, sobre todo por su destreza en las banderillas. Acumula varias temporadas generosas tanto en festejos como
en orejas cortadas.
- Miguel Tendero Joven promesa del toreo más clásico, tomó la alternativa hace un año en la plaza de Las Ventas con El Cid como padrino.
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