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Los empleados de Metro votan sin un acuerdo cerrado

El recorte propuesto por la empresa supone unos 30 euros al mes de media

Pilar Álvarez

No hay acuerdo. La reunión entre Metro y los sindicatos acabó ayer sin un pacto definitivo que presentar a los trabajadores mañana, cuando votarán si mantienen los paros previstos a partir del martes o desconvocan definitivamente la protesta. El escollo principal son las nóminas de los trabajadores. La empresa se aferra a reducirlas en un porcentaje casi simbólico: un 1,5%, frente al 5% del resto de trabajadores de empresas públicas. Y el comité se agarra a que la única solución que convencería a la plantilla es que sus sueldos queden intactos.

Con el encuentro de ayer acaban las reuniones oficiales entre Metro de Madrid y los sindicatos (Conductores, CC OO, UGT, Solidaridad Obrera y Sindicato Libre). Hoy será un día de "teléfonos abiertos", según dijo ayer, tras dos horas largas de reunión, el presidente del comité de huelga, Antonio Asensio (CC OO).El gerente del Consorcio de Transportes, José Manuel Pradillo, compareció también para advertir de que el 1,5% de rebaja de sueldos supone "prácticamente la última oferta". La empresa estaría dispuesta a reducir "unos decimales", hasta rondar el 1%. "No vamos a defender una propuesta como esa en la asamblea de trabajadores", añadió ayer el portavoz del comité de huelga, que no quiso aclarar si eso supone que pedirán abiertamente a los trabajadores que retomen la huelga.

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El recorte en salarios propuesto por la empresa supondría descontar 30 euros en una nómina de 2.000 que, según Metro, es el sueldo medio de la plantilla, formada por 7.600 trabajadores. En total, se alcanzarían 2,1 millones de euros de los 7,9 que Metro debe ahorrar. Es la cantidad prevista tras la aprobación del Proyecto de Ley de Medidas Urgentes de la Comunidad de Madrid que, tal como fijó un decreto estatal, incluía la reducción del 5% de media en los sueldos de los funcionarios.

El Gobierno de Esperanza Aguirre amplió la reducción también a otros trabajadores de empresas públicas (Telemadrid, Mintra, Avalmadrid, Canal de Isabel II y Metro) y, con la primera amenaza de huelga sobre la mesa, incluyó una cláusula especial para Metro que permite a esta empresa negociar recortes que afecten a otras partidas de los gastos de personal y no solamente a los salarios. Los sindicatos, por su parte, alegaron entonces que incluirlos en ese recorte suponía un agravio en relación con otras empresas de transportes (Renfe o Adif, a escala nacional, o la empresa de autobuses urbanos EMT del Ayuntamiento de Madrid) y que Metro no podía cambiar las condiciones de su convenio, vigente hasta 2012, porque un convenio es ley.

La máxima de que un convenio es intocable fue la que les llevó a la huelga. La semana pasada, el metro arrancó a medio gas tres días -con servicios mínimos del 50% de trenes en funcionamiento que los sindicatos consideran "abusivos"- y cerró totalmente durante dos días enteros, algo que no había ocurrido antes y que sumió a la ciudad en un atasco generalizado, con largas colas de viajeros frente a las paradas de autobuses urbanos, filas kilométricas de coches en las entradas de la ciudad y vagones de los trenes de Cercanías de Renfe a reventar.

Después de cinco días de protesta, acordaron dar una tregua a la empresa "y a la ciudadanía de Madrid" y desconvocaron los paros previstos para esta semana. Pero, a partir del martes, hay otra convocatoria de huelga ya solicitada entre el martes 13 y el viernes 16 y entre los días 20 y 23 de la próxima semana. Con este nuevo calendario y con la última propuesta de la empresa, que los sindicatos esperan que varíe tras estas 24 horas de "teléfonos abiertos", el comité comparecerá mañana ante la asamblea de trabajadores.

Pero parece difícil que haya más modificaciones antes de la asamblea prevista mañana a las 10.00. Metro y la Comunidad de Madrid necesitan mostrar a la opinión pública que al final se ha producido un descuento en las nóminas, tal como han manifestado varios dirigentes regionales en los últimos días. Los sindicatos, que ya han cedido en lo que a modificar el convenio se refiere, acordaron como propuesta de mínimos que quedaran fuera las nóminas y que se retiren los expedientes abiertos durante los días que cerró el metro (que afectan a entre 900 y 2.000 trabajadores, según la cifra que ofrecen, respectivamente, la empresa y los sindicatos). Durante las reuniones de negociación de esta semana, al menos oficialmente, no se ha tratado el asunto de los expedientes.

Metro y sindicatos alcanzaron un principio de acuerdo el pasado jueves sobre cómo recortar 4,5 millones de los 7,9 previstos dentro de la partida de gastos de personal, que asciende a 367,3 millones en los Presupuestos de 2010. La empresa ha permitido que parte de ese dinero salga de los descuentos en las nóminas de los trabajadores que secundaron la huelga (unos 150 euros por empleado y día), lo que supondrá entre 1,5 y 2,5 millones de euros de ahorro, según distintas estimaciones. También incluyeron rebajas en horas extraordinarias, bajas de mayores de 65 años que se quedan sin cubrir, gastos de viaje, dietas y cursos de formación, en pólizas de seguro y en la reducción de las remuneraciones y las primas a los directivos, para los que la ley prevé rebajas de más del 8% de las nóminas. Y, por último, ese 1,5% en los salarios del resto de trabajadores al que los sindicatos dijeron ayer que no. Como contrapartida, están dispuestos a perder retribuciones en especie por un valor similar de los abonos de transporte anuales que los trabajadores reciben de forma gratuita, aunque la empresa les dijo ayer que no.

Ya no hay más reuniones, queda por delante un día entero de llamadas telefónicas cruzadas con las que Metro espera convencer al comité de que el 1% es un porcentaje más que razonable y de la que los sindicatos esperan alcanzar una promesa de que sus retribuciones se quedarán como estaban antes de la huelga. La asamblea de trabajadores de mañana tiene la última palabra.

LAS CIFRAS

Metro debe ahorrar 7,9 millones de gasto de personal tras la aprobación del Proyecto de Ley de Medidas Urgentes.

- Empresa y sindicatos comparten que parte de la rebaja salga de los descuentos de las nóminas de los trabajadores que secundaron los paros la semana pasada.

- El desacuerdo está en la rebaja del 1,5% de las nóminas de la plantilla.

- El descuento del 1,5% significa 30 euros menos al mes sobre 2.000 euros que, según Metro, es el sueldo medio de la empresa

- El resto de funcionarios y trabajadores de empresas públicas de Madrid verán sus nóminas reducidas una media del 5%.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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