"¡Nos han metido a todos en una trampa!"

"¡Qué avisen! ¡Que nos han metido a todos en una trampa!". El que se queja es un jubilado que ayer esperaba su tren en los andenes de la estación de la plaza de Catalunya de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). El hombre fue uno los pasajeros afectados por la segunda jornada de huelga de los empleados de los trenes. Eran las seis de la tarde y su convoy nunca llegó. Según FGC, no se cumplieron los servicios mínimos decretados por el Departamento de Trabajo, que estipulaban un 50% de los trenes.

El servicio en la hora punta de la tarde no se prestó porque los trabajadores, que protestan por el recorte del 5% de sus salarios, ocuparon las vías de las estaciones de Sarrià y Tres Torres casi dos horas. La única línea que no paró fue la del Tibidabo.

Un grupo de unos 100 manifestantes tomaron minutos después de las seis de la tarde las estaciones de Sarrià y Tres Torres. Una vez allí bajaron a las vías e impidieron el paso de los trenes. Otro piquete realizó una acción similar en la estación de Les Planes. En las líneas de Llobregat-Anoia se acumularon retrasos de hasta 10 minutos.

Según Antonio Mendoza, secretario general de UGT en FGC, la decisión de no cumplir los servicios mínimos se tomó porque la Generalitat no ha querido desatascar las negociaciones con los sindicatos. Según ellos, son la única empresa de transporte público de la Autoridad Metropolitana del Transporte en la que se recortarán los salarios. "Prestamos los servicios mínimos por la mañana como un signo de buena voluntad hacia la empresa, pero no sirvió de nada", explicó Mendoza.

Por su parte, Daniel Montesinos, de CGT, situó el seguimiento de la huelga en el 85% de los trabajadores. Ambos dirigentes sindicales tacharon de "desproporcionados" los servicios mínimos fijados por el Departamento de Trabajo de la Generalitat. "Un 50% de los trenes funcionando no genera un impacto real en el servicio", sostuvo Mendoza.

El incumplimiento de los servicios mínimos no generó mucha simpatía entre los viajeros afectados, que se enteraban de los cortes de trenes por la megafonía de las estaciones. "Yo trabajo en el hospital Clínic y, a pesar de no ser funcionaria, también me han bajado el sueldo, y también protestamos por ello. ¡Pero no fastidiamos al resto de la gente!", explicó una mujer de unos 50 años, que también esperaba el tren.

Según cifras de FGC, hasta las ocho de la tarde de ayer los trenes habían transportado un total de 184.679 viajeros, 57.269 menos de lo usual en esta temporada. La cifra de pérdida de usuarios de ayer, el 24%, es similar a la del martes (57.665).