"Han sido unos días muy tristes"

Han sido días "muy tristes". Así definieron los saqueadores confesos del Palau, Fèlix Millet y Jordi Montull, su breve estancia en la cárcel de Brians 2, la más moderna y acogedora de Cataluña, en la que han permanecido 13 días por el caso del hotel. Pese a esa tristeza, los acusados explicaron que han sido bien tratados por los funcionarios y el resto de los presos.

Lo primero no lo discute nadie, porque desde el primer día tuvieron un pequeño televisor en la celda y la tarjeta que les permitía comprar en el economato de la cárcel, pero de lo segundo hay versiones distintas. El Departamento de Justicia y los abogados defensores coinciden en que no hubo problemas de relación con el resto de los internos, pero varios reclusos aseguran que los saqueadores nunca gozaron de la simpatía de los presos de ese módulo, todos ellos penados por delitos menores, hasta el punto de que siempre que salían de las celdas iban acompañados por algún funcionario, y que en estos días han tenido que soportar numerosos insultos.

Ayer, a las puertas del penal esperaban las esposas de Millet y Montull, las también imputadas Marta Vallès y Mercè Mir, respectivamente. Tampoco faltó Gemma Montull, igualmente inculpada por el saqueo, ni el abogado Jordi Pina, defensor de los Montull. Sí estuvieron ausentes los nuevos defensores de los Millet, del bufete Piqué. El encarcelamiento de Millet, por lo demás, sirve para desmontar la falsa creencia de que a partir de los 70 años es muy díficil ingresar en la cárcel. Él tiene 74 y, además, era preso preventivo.