El turismo en Barcelona despega

Cuando Turismo de Barcelona preguntó a los habitantes de la ciudad a final de 2009 qué creían que aportaba más riqueza a la capital más de la mitad respondió: "El turismo". Este sector supone para Cataluña el 11% de su PIB. Pero desde que comenzó la crisis, hoteles, restaurantes y centros de ocio han visto mermados sus ingresos por los ajustes de tarifas ante la caída de turistas. Las cifras, por fin, les sonríen. La patronal cree que ha llegado el momento de aflojarse el cinturón.

En abril, Barcelona tenía 65.324 plazas hoteleras, el 17% más que el año pasado en el mismo mes, gracias a las nuevas camas en establecimientos de cuatro estrellas. Aun así, el grado de ocupación aumentó, gracias a que el número de personas que visitó la ciudad creció el 14%. Lo más positivo es que no es un repunte aislado, ya que se registran aumentos desde finales del año pasado. Las llegadas al aeropuerto de El Prat crecieron el 5% en mayo. "Los cinco primeros meses han sido buenos con respecto a los dos años pasados. Desde 2007 no habíamos tenido un respiro. Por primera vez tenemos mejores cifras, y lo más importante, cifras que se han mantenido durante un tiempo considerable", explica Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona.

El tráfico de viajeros en El Prat crecerá un 9% este verano según las previsiones

Ante el respaldo de las estadísticas, hace unos días, Turismo de Barcelona mostró su cara más optimista. La ciudad, decía su presidente, Joan Gaspart, "ni está en crisis ni está depresiva". A falta de consolidar la mejora, en el sector empiezan a sacudirse las precauciones de meses atrás, cuando, a cada dato positivo, se añadían llamamientos a la prudencia. "Entre mayo y diciembre de este año, por las primeras reservas que vamos viendo, confiamos en que el crecimiento vaya a más. Creemos que el año se cerrará con una mejora respecto a 2009 de entre el 12% y el 15%", señaló Gaspart.

Fernando Echegaray, director del aeropuerto de El Prat, también llama al optimismo: las reservas de slots (derechos de vuelo) para este verano hacen prever un crecimiento de operaciones del 4% y hasta del 9% más de pasajeros. El aeropuerto, un año después de inaugurar la Terminal 1, ha recibido el 1,4% más de viajeros.

Gaspart se pone en el papel de hotelero para pedir a sus colegas que dejen atrás las ofertas: "Es malo ser una ciudad cara, pero peor es convertirse en barata". Los precios deben subir a los niveles de 2007. Esto significa que, de hacer caso al llamamiento, los hoteles aumentarán precios entre el 15% y el 20%. Clos no concretó los cambios de tarifas que estudia el sector, pero sí adelantó que se acabaron los chollos. "Los precios han tocado fondo. Ya no habrá bajadas de precios", aseguró.

La tarifa media diaria de un hotel en Cataluña es de 77 euros, más de 10 euros superior a la media de España, pese a que los precios en Cataluña (el Instituto Nacional de Estadística no refleja cada mes los de Barcelona) aún descendieron en abril. Pero sólo el 1,7% de media, frente a caídas del 10% y el 12% en 2009. No sólo los hoteles están saboreando, según el sector, una mejora respecto a lo más profundo de la crisis. El gasto que los visitantes hacen con sus tarjetas de crédito ha crecido el 17%. Las bajadas del euro de los últimos meses respecto a la libra, confían en el sector, les ayudarán a recuperar parte del gasto de los visitantes británicos. El tirón de los últimos meses, sin embargo, tiene otra nacionalidad: la rusa; los rusos gastaron entre enero y abril el 48% más que un año antes. Los brasileños el 69%, los chinos el 55% y los indios más del 64%. "Pero porcentualmente, los visitantes llegados de estos países son pocos. Debemos seguir apuntando a los mercados que, en realidad, son nuestra base, como el español, el francés y el alemán", apunta Clos.

La plantilla que trabaja en hoteles ha superado por primera vez este año la barrera de los 11.000 empleados. El año pasado cayó significativamente el personal ocupado, pero ahora repunta. "Es un crecimiento ficticio. Son cifras que muestran que hay más trabajadores, sí, pero eventuales y fijos discontinuos. Y siguen llegando cada día personas con cartas de despido", asegura Óscar López, de UGT Cataluña.

Tanto a UGT como a CC OO les molesta el optimismo que muestra el sector cuando habla con los medios de comunicación. "Porque mientras hacen anuncios a la prensa celebrándolo, a nosotros nos lo niegan", se lamentan. En hostelería, apuntan, los empresarios no han querido aceptar una subida del convenio del 1%. "Se amparan en que el sector sigue yendo a peor. Se agarran a esa excusa para contratar menos y pagar peor. Pero luego en público reconocen lo contrario".