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Entrevista:10 PREGUNTAS A OLIVER LAXE

"Siempre he sido un poco sobrado. He sacrificado mucho por mi cine"

¿Qué opinan los niños de la película sobre el premio? No se lo he dicho. No quiero que crean que el cine es una competición.

¿Y dónde lo pondrá? Es un diploma como de sala de espera de consulta… ¿Sabe qué? Es una película hecha en 35 milímetros, rodada con la cámara con la que se filmaban los viajes de Hassan II, antiguo rey de Marruecos.

¿Aún queda algo del Tánger internacional, el de Paul Bowles, el de Burroughs? Bowles es un artista fundamental, aunque en mi nueva película quizá me acerque más a Burroughs, con colores, con distintas dimensiones…

No me diga que se apunta al 3D… No… no es mi dimensión.

¿Ve ahí el futuro del cine? En absoluto. El cine tendría que estar a la cabeza y tirar del resto de las artes. Y eso no sucede.

¿Es el cine una carrera de obstáculos que ir superando? La vida es una carrera de obstáculos hermosísima.

¿Es la suya una historia de superación? No interpreto la vida en términos de victoria o derrota. Por eso, el premio no es una fuente de euforia, sino de tranquilidad. La gente me dice: "Oliver, no cambies". Pero siempre he sido un poco sobrado. He hecho muchos sacrifcicios por mi cine.

¿Qué le mueve entonces? No hay excusas para no hacer películas. Y eso que en España se hacen demasiadas…

¿Cuál es su película favorita sobre el aprendizaje? Ivan Rublev, de Tarkovski. Me enseña que la creación es algo ridículo pero irrenunciable.

¿Y la primera que recuerda haber visto? El oso, de Jean-Jacques Annaud, en un cine de los Campos Elíseos.

CATERINA BARJAU

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