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Varios modelos para evitar copiar en la prueba de inglés

La prueba de inglés tenía un sistema para prevenir que alguien copiara del de al lado. En la página tres, cuando se trataba de rellenar un cuestionario marcando con una equis la respuesta correcta, las respuestas se podían ver a cierta distancia. Para evitarlo, había cuatro modelos de formularios con el orden de las preguntas cambiado, dijo un alumno. De esta manera, si alguien tenía la tentación de guiarse por las equis del compañero, podía encontrarse con la sorpresa de que las preguntas eran distintas.

No hay posibilidad de filtraciones fuera del aula. Los informadores que cubrieron la prueba en la Falcultad de Económicas de la UB no podían disponer de los ejercicios ni cuando se había acabado la prueba.

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Goytisolo y Oller, en la selectividad

Competencia feroz

La prueba de este año se presenta muy competitiva para optar a algunas carreras en las que habitualmente se pide una nota de entrada alta; Medicina y Comunicación Audiovisual son algunas de ellas. Los 26.400 estudiantes pueden examinarse voluntariamente de una parte para subir nota. Eso supone una feroz competencia para entrar en alguna carrera y una desventaja para los que no se examinen de esa parte. Quien quiera subir la nota podrá tener hasta 14 puntos, cuatro más que quien no lo haga.

Hay cinco exámenes obligatorios y tres voluntarios. El 56,3% ya han decidido hacer siete pruebas; el 23,6%, ocho, y el 11,4% seis. Únicamente el 6,1% ha optado por someterse a las cinco pruebas voluntarias.

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