El jefe de los obispos de Turquía muere apuñalado por su chófer
Padovese iba a participar activamente en la primera visita de un Papa a Chipre
El vicario apostólico de Anatolia y presidente de la conferencia episcopal turca, Luigi Padovese, de 63 años, murió ayer acuchillado por su chófer personal, a quien la policía atribuye desórdenes psicológicos. Ocurrió en la casa del prelado en Iskenderun, en la costa mediterránea de Turquía. Las autoridades locales descartan que el crimen tenga un móvil religioso o político. El agresor, llamado Murat Altun, que trabajaba para la víctima desde hacía más de cuatro años, fue detenido con el arma homicida. El Vaticano expresó su consternación por el asesinato.
Turquía es un Estado laico en el que la UE, de la que aspira a formar parte, observa graves lagunas en materia de libertad religiosa. Tras la deportación más o menos velada de los cristianos (armenios y griegos ortodoxos) y la marcha de la comunidad judía sefardí hacia Israel, el 99% de los turcos se declara musulmán. Bruselas exige a Ankara que reconozca plenos derechos de culto a las minorías y les restituya los bienes confiscados por el Estado.
Hace cuatro años, tras las violentas protestas contra la publicación de las caricaturas de Mahoma en la prensa danesa, un sacerdote católico italiano, Andrea Santoro, murió tiroteado por un muchacho de 16 años en Trabzon, en la costa del mar Negro. Al año siguiente, tres cristianos protestantes empleados en una editorial bíblica fueron asesinados en el centro de Anatolia. Poco después, otro sacerdote católico, Adriano Franchini, fue herido en el estómago de una cuchillada mientras celebraba una misa en Esmirna.
Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, calificó ayer el asesinato del obispo italiano, de 63 años, como un "hecho horrible e increíble" y recordó la muerte violenta del cura Santoro. Lombardi pidió a los cristianos turcos "que no se desanimen y continúen con su fe en la región". En la Turquía actual viven apenas 30.000 cristianos, es decir, el 0,6% de una población de unos 70 millones de habitantes. Padovese (Milán, 1947) debía haber participado este viernes en el recibimiento a Benedicto XVI en la que será la primera visita oficial de un Papa a Chipre. El vicario iba a recibir de manos del Papa el documento preparatorio del sínodo sobre Oriente Medio, en el que el Vaticano condena la violencia y la marginación que sufren los cristianos y además califica la ocupación israelí de los territorios palestinos como "una injusticia política".
El documento, que ha sido anticipado a la prensa, exhorta además a Occidente y al mundo democrático a defender la presencia cristiana en Oriente Medio como una riqueza para el pluralismo y la democracia en el área.
Chipre fue invadido en 1974 por las tropas de Ankara y todavía hoy vive una situación de tensión y división. De mayoría ortodoxa, un tercio de la isla, al norte, sigue ocupado por los turcos chipriotas, mientras la mayoría del sur es de origen griego.
Padovese fue nombrado en 2004 vicario apostólico de Anatolia y pidió ser ordenado obispo en Turquía para simbolizar su apego al país. En 2006, concelebró con el cardenal Camillo Ruini los funerales de Santoro. El prelado afirmó recientemente que su presencia en Turquía consistía en "tender puentes con el Islam" y en "dar testimonio de la fe cristiana para hacer justicia a los mártires que dejaron su sangre en estas tierras".
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