"Los ataques aéreos de EE UU son contraproducentes"
Primer ministro de Pakistán desde marzo de 2008, Yusuf Raza Gilani tiene una larga experiencia -comenzó su trayectoria política con el general Mohamed Zia ul Haq- en los entresijos del poder de un país que bascula, desde su fundación en 1947, entre dictadores y políticos corruptos. Gilani, de 58 años, realizó ayer un viaje relámpago a Madrid para recabar el apoyo de España y de la Unión Europea -viaja hoy a Bruselas- en la lucha de Pakistán contra el azote del terrorismo y el extremismo islámico, que se cobra todos los años miles de vidas en su país.
Enfrentado con Estados Unidos, su aliado tradicional, porque Washington acusa a Islamabad de no hacer suficiente para frenar la expansión del radicalismo islámico, Gilani defiende la estrategia de su Gobierno, basada en el "diálogo, el desarrollo y la disuasión", para acabar con los radicales. "Nosotros tenemos la voluntad, la habilidad y los recursos", dice el primer ministro, que critica como injerencia en la soberanía de Pakistán los ataques, ordenados por EE UU, de aviones no tripulados contra supuestos miembros de Al Qaeda y talibanes refugiados en las zonas tribales fronterizas con Afganistán. "Esta es nuestra guerra y hemos conseguido aislar a los extremistas de los líderes locales y tribales. Los ataques de los aviones no tripulados son contraproducentes porque aúnan a unos y otros contra ellos". Según Gilani, lo mejor que Washington podría hacer para alentar la lucha antiterrorista en Pakistán es compartir con Islamabad tecnología e información.
El Ejército paquistaní anunció el martes pasado que había logrado otra importante victoria sobre los talibanes al expulsarlos de la zona tribal de Orakzai, donde se habían hecho fuertes, tras la operación militar desatada en los meses pasados en Waziristán del Sur, la zona tribal más conflictiva después de Waziristán del Norte, donde supuestamente se ocultan numerosos miembros y dirigentes de Al Qaeda y en la que el Ejército paquistaní aún no se ha aventurado a entrar.
Para Gilani, "no hay talibanes buenos y malos, son todos militantes" con los que solo se deben entablar negociaciones una vez que han depuesto las armas, comentó en relación con la jirga por la paz convocada estos días por el presidente Hamid Karzai. Además, insistió en que no se puede distinguir si son afganos o paquistaníes, ya que muchos cruzan la frontera en cuanto aumenta la presión de las tropas internacionales en Afganistán. De ahí que Gilani defienda una estrategia común para resolver un mismo problema y pida a la UE, por tener tropas en Afganistán, su implicación política en la resolución.
Con el 70% de los 170 millones de paquistaníes sumidos en la pobreza, indicó que el objetivo de su viaje es lograr el acceso de los productos paquistaníes, especialmente textiles, al mercado europeo para aumentar así las exportaciones y el empleo.
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