Mas denuncia las "trampas" y "minas" del tripartito

Convergència i Unió (CiU) otea la victoria en las autonómicas y ayer alertó de que en esta recta final del mandato el camino está lleno de espinas. En un mitin multitudinario en Vic, Artur Mas, presidente de CiU, avisó que el tripartito pondrá toda suerte de obstáculos para frenarlo. "Habrá rocas grandes, pequeñas, minas, troncos para que tropecemos y trampas. Su obsesión es cazarnos. ¡Pero no podrán con la gente de CiU!", exclamó en alusión a la comisión de investigación sobre el caso Palau promovida por el tripartito.

Ante unas 12.000 personas, en la explanada del complejo deportivo Vic-Gurb, un escenario idílico, lleno ayer de juegos para niños y con un mercado artesanal, CiU celebró su particular Alderdi Eguna (día del partido del PNV). Bajo un sol sofocante y cientos de sombreros de paja con mensajes a favor del cambio, la plana mayor convergente envió dos mensajes a la militancia: primero aclaró su postura ante el plan de ajuste del presidente Zapatero por responsabilidad y, segundo, alertó de las embestidas del tripartito.

"Zapatero es un cadáver político", afirma Duran ante 12.000 militantes

Nadie mencionó por su nombre la comisión sobre el caso Palau por la supuesta financiación irregular de Convergència, pero Mas y el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol vinieron a reprochar al tripartito sus malas artes por constituir la comisión del Palau. Enérgico, Pujol recordó las ocasiones en que los nacionalistas han dado apoyo a los sucesivos gobiernos en Madrid. "Y cuando leo que el presidente Montilla habla de nuestras relaciones históricas con el PP", señaló Pujol, "tengo que decirle que fueron más comprometidas con el PSOE de los GAL. Y nosotros, por responsabilidad, votamos en contra de la idea del PP de crear una comisión de investigación a Felipe González para no dejar caer al Gobierno". Y acabó lamentando que el tripartito haya caído en la misma estrategia. "La guerra sucia", dijo, "es el recurso de la gente débil con poca exigencia moral. Ya no pueden caricaturizar a Mas y querrán destruirlo con otras armas".

La estrella del mitin fue Duran por su intervención en el Congreso que permitió al Gobierno salvar su plan de ajuste. "No dormí la noche anterior", admitió el líder democristiano, que reconoció que muchos militantes le habían expresado con rabia que se hubiera abstenido e, indirectamente, salvado a Zapatero.

Duran explicó que ni el PSOE ni el PP siguieron su consejo de olvidar los intereses partidistas y pensar en los del país, y que ahora ya no es Zapatero quien toma las decisiones. "Estamos vigilados por Bruselas porque no se fían de Zapatero", explicó, y a continuación añadió que, pese a que hay elementos del decreto que no le gustan -la congelación de las pensiones, el trato a los funcionarios-, no había más remedio que aceptarlo. "Nos abstuvimos para evitar un mal peor y que no pasara lo que ha sucedido en Grecia, donde las pensiones han bajado un 25% y el sueldo de los funcionarios un 16%". "En nuestros genes está el sentido de la responsabilidad", exclamó Duran, que añadió: "Nunca nos dan las gracias en España. Los que nos aplauden hoy nos cuestionarán que seamos una nación". Duran constató que está harto de Zapatero, a quien calificó de "cadáver político" que debería "dar sus órganos a la sociedad". "A mí me ha costado Dios y ayuda apoyarlo. Si alguien le tiene ganas soy yo", agregó Mas, "Pero no estoy en política por revancha ni por venganza".