El 'caso Pretoria' se extiende a Sant Adrià de Besòs

La mancha de la corrupción en Cataluña se extiende por la región metropolitana de Barcelona. La revelación del sumario del caso Pretoria -que implica al Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, el de Badalona y el de Sant Andreu de Llavaneres- añade más Administraciones a la lista. En concreto, el consejo comarcal del Barcelonès y el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs (33.700 habitantes), que intentaron amañar un concurso -finalmente fue impugnado y acabó sin adjudicarse- para que el arquitecto seleccionado por la trama construyera el tanatorio de la localidad.

Bartomeu Muñoz, el ex alcalde de Santa Coloma imputado en el caso, propuso el negocio a Luis García Sáez, Luigi, el cerebro de la trama. Muñoz llamó a Luigi y le aconsejó sobre cómo podía convencer al gerente del consejo comarcal del Barcelonès, Imanol Pujana, y a Jesús María Canga, alcalde socialista de Sant Adrià del Besòs, para amañar la adjudicación de un tanatorio: del primero le explicó que buscaba colocar a su hijo arquitecto en un gabinete reputado; del segundo le detalló que buscaba trabajo para su esposa. "Esto te lo arreglo yo en tres minutos", le respondió Luigi.

Los consejeros de la Generalitat citados en el sumario niegan cualquier implicación

Luigi empezó a mover los hilos y se citó con Pujana, que según el sumario asumió el apaño con la aquiescencia de Canga, informado de todos los movimientos por el propio Luigi. El cerebro de la trama ligó todos los contactos y habló con el arquitecto Josep Ribas para que redactara el proyecto. Cinco meses antes de sacar la construcción del tanatorio a concurso, Ribas visitó el terreno y conoció todo lo que necesitaba para ganar la adjudicación. "En tus manos está", le dijo Luigi por teléfono, que le tranquilizó: "Lo tengo clarísimo. El tanatorio, al señor Ribas".

Después, llamó a Pujana, con el que hablaron de posibles comisiones: "Primero hace falta saber quién da todo y, después, cómo repartimos", le avisó el gerente. El negocio se truncó, según el sumario, porque las empresas que acudieron al concurso amañado lo impugnaron. Ayer, tanto Canga como Ribas negaron irregularidades en el concurso. Canga reconoció que Luigi le llamaba frecuentemente, pero se jactó de "alejarse de estos personajes". Ribas reconoció que trabajó en el proyecto de tanatorio, aunque aclaró que solo porque fue consultado por Pujana. Este diario intentó localizar, sin éxito, al gerente del consejo comarcal del Barcelonès. Fuentes cercanas a Pujana negaron también cualquier irregularidad.

Sin embargo, la de Sant Adrià del Besòs no fue la única extensión de Pretoria que muestra el sumario. La aparición en las diligencias de consejeros de la Generalitat -el de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, y el titular de Economía, Antoni Castells-, y del líder de la oposición, Artur Mas (CiU), removió aún más la política catalana, enfangada ya en disputas por el saqueo de las finanzas del Palau de la Música.

Los tres, que aparecen hablando con los imputados o nombrados en conversaciones de éstos con terceros, reaccionaron ayer defendiendo su honor. Castells y Nadal lamentaron que se hagan "interpretaciones forzadas" del sumario para involucrarlos; Mas, por su parte, aseguró que su única implicación fue facilitar un número de teléfono. El sumario, sin embargo, cuestiona esta versión al reflejar varios contactos de la trama corrupta con el líder nacionalista.