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Los tiroteos siembran el miedo en Jamaica y elevan hasta 49 el número de muertos

Los clanes criminales de la isla se enfrentan a miles de soldados y policías

Pistoleros leales a Christopher Coke, jefe de un poderoso clan jamaicano acusado de narcotráfico y centenares de asesinatos, volvieron ayer a enfrentarse a tiros a los miles de agentes de policía y soldados que buscan casa por casa a Coke en el barrio de Kingston que es su principal feudo, Tivoli Gardens.

Fuentes policiales elevaron ayer a 49 el número de víctimas mortales de la violencia que estalló el pasado sábado en la capital jamaicana, cuando las autoridades emprendieron la operación dirigida a extraditar a Coke a Estados Unidos, que lo acusa de ser el líder de una importante red de narcotráfico que exporta cocaína y marihuana a Nueva York y otras ciudades estadounidenses.

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Las calles de amplias zonas de la capital jamaicana estaban ayer casi desiertas, con escasísimo tráfico de vehículos, y con la mayoría de los colegios y un gran número de tiendas y comercios cerrados. La operación policial había acumulado hasta ayer unos 210 detenidos. Agentes y militares con vehículos blindados patrullaban la ciudad.

La mayoría de las víctimas mortales son hombres jóvenes, sospechosos según la policía de ser partidarios de Coke, quien tiene 42 años y rechaza las acusaciones de Estados Unidos y sostiene ser un hombre de negocios.

El padre de Christopher, Lester, fue detenido en 1987 como líder de la banda de la Ducha, así conocida por regar de balas a sus adversarios. La banda logró en los años ochenta importantes cuotas del narcotráfico en Estados Unidos.

El primer ministro jamaicano, el laborista Bruce Golding, se resistió durante meses a las peticiones de entrega de Washington. Golding fue elegido como diputado en la circunscripción en la que Coke tiene su feudo. El anterior primer ministro laborista también tenía su escaño en la misma circunscripción.

Golding rechaza las acusaciones que le vinculan con Coke, también conocido como Dudus, y cuyas empresas se han adjudicado en los últimos años millonarios contratos.

La erupción de la violencia en Jamaica ha puesto en evidencia el tremendo peso de los clanes en la isla, que cuenta con menos de tres millones de habitantes.

Un informe gubernamental del año pasado calculaba que en Jamaica operan 268 bandas criminales. Muchas tienen un tamaño muy reducido; otras son capaces de movilizar a miles de personas, como está logrando Coke. Casi 1.700 asesinatos fueron cometidos en 2009 en Jamaica, una de las más altas tasas por habitante del mundo.

"Este país ha sido tomado por los criminales. Los Jardines de Tivoli son uno de los peores lugares de Jamaica y ya era hora de que se hiciera algo para arreglarlo. Es como un reino dentro de la isla", dijo Jennifer Baker, una residente del barrio. Muchos vecinos, sin embargo, consideran con benevolencia a Coke y su gente debido a las ayudas que el clan ofrece a los más necesitados.

Un cadáver yace en una calle del suburbio de Trench Town, al oeste de Kingston.
Un cadáver yace en una calle del suburbio de Trench Town, al oeste de Kingston.AFP

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