Dudus, el gran jefe de la banda de la Ducha

Christopher Coke, Dudus, el hombre al que millares de agentes jamaicanos intentan dar caza en pleno Kingston desde el pasado sábado, heredó el mando de la banda de la Ducha de su padre, Lester, hace más de 20 años. Entonces, los Coke y sus hombres ya habían logrado hacerse un hueco importante en el tráfico de droga en Nueva York, Miami y otras ciudades de Estados Unidos. El hueco lo conquistaron a balazos. Lo de ducha viene de la manera en que sus pistoleros suelen regar proyectiles sobre aquellos que se entrometen en su camino.

El clan es considerado responsable de un millar de asesinatos cometidos en Estados Unidos y Jamaica durante los años ochenta y por ello la justicia estadounidense busca a Christopher, que hoy tiene 42 años y que ascendió jovencísimo a la cúpula del clan tras la captura de su padre en 1987. Lester Coke falleció en un extraño incendio desatado en una prisión de Kingston en 1992, poco antes de que se ejecutara su extradición a EE UU. Dos hermanos de Christopher, popularmente conocido como Dudus, fallecieron en tiroteos con bandas rivales o con la policía. Uno de ellos, tres semanas antes de la muerte del padre.

Dudus tuvo hasta ahora mejor suerte. Logró afianzar su posición estrechando relaciones con políticos jamaicanos y ganándose a golpes de ayuda material y monetaria la benevolencia de los vecinos de su feudo, el barrio de Tivoli Gardens, al oeste de Kingston. Su imperio cuenta con rentables empresas del sector de la construcción.

Washington exige la extradición de Dudus y le considera uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo. En su barrio, muchos vecinos protegen a un hombre que consideran un benefactor, que cubre algunas de sus necesidades y las deficiencias de los servicios públicos jamaicanos. Sus pistoleros parecen muy dispuestos a perder la vida en su defensa y a justificar el macabro nombre del clan.