El ADN implica al jefe de ETA en el doble crimen de Capbreton
Rubalcaba: "Ya podemos decir que Ata estuvo en ese horrible asesinato"
La primera sospecha de la trayectoria asesina de Mikel Carrera Sarobe, Ata, el jefe de ETA detenido el jueves en Bayona, se convirtió ayer en certeza: él fue uno de los tres terroristas que el 1 de diciembre de 2007 asesinaron a sangre fría en Capbreton (Francia) a los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno, ambos desarmados, a los que dieron muerte disparándoles en la nuca y a bocajarro. El ADN de Ata ha sido cotejado con el rastro genético recogido en el lugar del doble crimen y que permanecía anónimo. El resultado no deja lugar a dudas. "Ya podemos decir que Ata estuvo en Capbreton, y ahora queda por saber exactamente qué papel jugó en ese horrible asesinato", declaró ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El asesinato de los dos agentes supuso un salto cualitativo en el proceder de ETA en Francia, por lo que los servicios antiterroristas estaban convencidos de que la decisión de matar sólo la podía haber adoptado un jefe de la banda. El primer sospechoso fue el amigo y antecesor de Ata, Garikoitz Aspiazu, Txeroki. Este había presumido ante dos etarras a los que instruyó de haber matado a los agentes. Pero más allá de una huella dactilar en uno de los coches de huida (junto a otras 122 diferentes, algunas de terroristas que no pasaron por Capbreton), nada lo situaba en el lugar del asesinato.
La huella genética
También se supo poco después de su detención, tras una precipitada y desasistida escapada, que Saioa Sánchez Iturregi había estado allí. Incluso se sospechó que fue ella quien empuñó el arma. Pero quedaba por determinar a quién pertenecía un rastro biológico que de momento permanecía anónimo. Por ello una de las primeras pruebas que se realizó tras la detención de Carrera fue obtener su ADN. Las autoridades francesas confirmaron que a esa huella genética se le puede ya poner nombre: Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, jefe de ETA hasta su captura en un apartamento de Bayona.
"Yo me atrevería a decir en este momento que todos los que participaron [en el atentado de Capbreton] están en la cárcel y que sólo queda por ubicar a cada uno en la escena del crimen, pero confío en que la justicia francesa acabe conociendo qué papel jugó cada uno en el atentado", declaró ayer Rubalcaba.
Fuentes de la Guardia Civil han subrayado que la decisión de matar a sus compañeros, en cualquier caso, "tuvo que venir de Ata. Pero lo que está claro es que dijimos que caerían todos y ahí están detenidos".
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