"Las medidas del Gobierno español son acertadas y eran inaplazables"
Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desde 2006, considera que el plan de ajuste del Gobierno español era ineluctable. A sus 60 años, este mexicano amable y hablador, que se embala a la hora de diagnosticar la zarandeada y convulsa economía mundial, avisa en una entrevista telefónica con EL PAÍS de que la UE lo tiene difícil "porque son 27 países para ponerse de acuerdo". Así y todo, considera que el euro "es un éxito que muchos europeos no ven porque están dentro".
Pregunta. ¿Qué le parece el plan de ajuste del Gobierno español para rebajar el déficit?
Respuesta. Era inaplazable y acertado. Y si hay alguna duda, no hay más que mirar alrededor: Francia quiere sujetar el déficit con la Constitución. Cameron también va a aplicar medidas de ajuste en Reino Unido. Portugal, lo mismo. Hay que tener en cuenta que España partía de una buena posición, con una deuda inferior a la media europea.
"El mercado es más impaciente con España. Por eso debe esforzarse más"
P. ¿No llega un poco tarde?
R. Si es así, todos los países llegan tarde. Tal vez todos deberían haber actuado antes, hace tres o cuatro meses, cuando la crisis griega, que se entendió mal. Se vio como una crisis de liquidez de un país concreto cuando era algo más amplio: los mercados, en el fondo, se estaban preguntando, con mucha incertidumbre: ¿Y esto que se llama zona euro, cómo se comportará en tiempos de crisis? Era un tema más a medio plazo, que tiene que ver con preguntas que se hacen los mercados: ¿y la productividad? ¿Volverá a crecer?
P. ¿Y cómo está la zona euro?
R. La economía mundial se mueve en tres niveles. En el primero, los países emergentes están saliendo de la crisis, Algunos, como China, a velocidad de vértigo, con un crecimiento del 10%, o India, con un 8-9%. América Latina se mueve a un 5-6%. El segundo nivel es EE UU y Japón, con un crecimiento menos espectacular. El tercero es Europa, en el que las decisiones se toman entre 27, donde todo depende de la concertación y donde, precisamente por eso, no siempre se toma la decisión más ambiciosa. Y donde los mercados también hacen su propia selección.
P. ¿Qué quiere decir eso?
R. Pues que los mercados son más tolerantes con los grandes: Inglaterra, Alemania o Francia. Con otros, por ejemplo España, tienen menos paciencia y por eso mismo esos países deben redoblar el esfuerzo. Me recuerda a un anuncio publicitario de la empresa de alquiler de coches Avis, que siempre va por detrás de su competidora Hertz. Colgó en todos sus coches: "Somos los segundos, por eso nos esforzamos más". Por eso es importante el anuncio de que en 2011 España reducirá el déficit al 6%. El anuncio y las medidas dolorosas que lo harán posible y creíble. Ha sido una decisión política. Política y valiente. Es una manera de decir: se moverán las pensiones, o la economía, pero el 6% de déficit no se va a mover. Es importante de cara a unos mercados escépticos.
P. ¿Cómo de escépticos?
R. Son muy duros de pelar a la hora de creer. Y donde ven debilidad se ceban. Se han vuelto algo irracionales y a veces, hasta actúan en su propio perjuicio, se pegan balazos en los pies.
P. ¿Y con estas medidas bastarán?
R. No se puede decir. Lo único que sabemos es que no podemos prever qué pasará porque habrá accidentes: fíjese en la caída de la Bolsa de Nueva York hace unos días por las disfunciones en las máquinas.
P. ¿El euro corre peligro?
R. No. El euro es ejemplar. Ustedes los europeos no se dan cuenta porque están dentro. A Alemania le ha ido muy bien y a los países pequeños también. Otra cosa es lo que se haga con el euro, de las políticas que se hagan con él. Ahora mismo, se trata de ir más allá de la emergencia y empezar a arbitrar medidas para sostener el crecimiento a largo plazo: credibilidad de cuentas públicas, investigación y desarrollo...
P. Pero da la impresión de que saltamos de una emergencia a otra...
R. No; la verdadera emergencia estuvo a finales de 2008 y principios de 2009. Ahora estamos en el capítulo II de la telenovela, el del sobreendeudamiento de los Estados consecuencia del primer capítulo. Hay que tener en cuenta que esta crisis ha sido durísima.
P. ¿Es necesaria una reforma laboral en España?
R. Claro. Lo hemos dicho desde hace muchos años. Y en Alemania también, donde también existe cierta rigidez. El problema es que siempre estas reformas se hacen en tiempos de crisis. Y entonces te das de bofetadas y piensas ¿por qué no lo hice antes, cuando la economía iba bien? Pero claro, también comprendo que se piensa: ¿por qué romper algo que no está roto?
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