Paseo por el automóvil que viene

Todos los fabricantes de coches quieren reducir al máximo sus consumos y emisiones, sobre todo desde que los modelos más limpios disfrutan ventajas competitivas y pagan menos impuestos. Pero cada cual tiene sus prioridades. El denominador común consiste en evolucionar las mecánicas de gasolina y diésel actuales, que seguirán acaparando como mínimo el 80% de las ventas en los próximos 10 años. A partir de ahí, las estrategias difieren. Y esas diferencias y otras muchas cosas más, como el estreno mundial del VW Golf eléctrico (Blue- e-motion), se pueden ver en el Salón Internacional del Automóvil Ecológico de Madrid (Recinto Ferial Ifema hasta el 23 de mayo).

La muestra madrileña, que este año se celebra en un recinto mucho más reducido y apenas dura este fin de semana, recoge las dos grandes tendencias que dividen al sector en el desafío por alcanzar la sostenibilidad ambiental. Así, las marcas que apostaron hace años por los híbridos -motor térmico con apoyo eléctrico- como Toyota, Honda y más tarde Mercedes, BMW y el Grupo VW, necesitan rentabilizar las inversiones realizadas y aseguran que la tecnología de los coches de baterías no está lista todavía. Pero los fabricantes que se saltaron el paso intermedio de la hibridación y han ido directamente a los eléctricos, como la Alianza Renault-Nissan o la asociación de Mitsubishi y PSA (Peugeot-Citroën), van a lanzar ya sus modelos en los próximos meses, lo que desmiente por la vía de los hechos los malos augurios de sus competidores.

La revolución eléctrica iguala las armas entre las marcas populares y las de prestigio

Para terminar de complicar las cosas se están incorporando a la pelea nuevos actores, como los indios de Tata y sobre todo los chinos de BYD, un fabricante líder en baterías para móviles y ordenadores portátiles que se ha puesto a hacer coches y que, según muchos expertos, tiene la tecnología más avanzada para desarrollar los modelos eléctricos con mayor autonomía.

La realidad es que la electrificación a medio plazo del automóvil representa una revolución de consecuencias imprevisibles en el sector. Es como si empezase una nueva partida de cartas en la que todos los jugadores se reparten los naipes en igualdad de condiciones. Y el riesgo es mayor para quien más tiene que perder, en este caso las marcas de prestigio o premium. Si hasta ahora Mercedes, BMW o Audi pueden vender más caros sus coches porque ofrecen valores superiores, como la calidad y avanzada tecnología de sus motores de gasolina y diésel, entre otras cosas, ahora llega un cambio tecnológico en el que está en juego la supremacía, eso sí, a medio plazo (2020), en la nueva tecnología eléctrica. Y habrá vencedores y vencidos.

La historia del capitalismo está llena de gigantes a priori imbatibles, que acabaron cediendo el trono a compañías más pequeñas a las que infravaloraron. Es el caso de IBM ante la irrupción de los ordenadores portátiles liderada por los japoneses, el de los móviles de Motorola frente a los Nokia e, incluso, de estos últimos ahora ante el iPhone de Apple. Y también lo sufrieron los Walkman de Sony, caducados prematuramente ante la llegada de los MP3 con el iPod como icono. Incluso en el automóvil, han bastado poco más de 30 años para que los intrusos de Audi estén disputando el liderato a Mercedes y BMW entre las marcas de prestigio.

Con el coche eléctrico puede suceder algo parecido. Todas las marcas creen que las mecánicas convencionales dominarán las ventas mucho tiempo, pero están invirtiendo grandes sumas en la electrificación. La diferencia es que unas están ya listas y van a llegar antes, y otras se retrasarán al menos hasta 2013 y lo harán después. Pero lo realmente importante es quienes serán al final los ganadores y perdedores. Quien hará el papel de IBM, Motorola o Sony, y quiénes serán los nuevos Acer, Nokia y Apple del automóvil. Así que lo que está también en juego es si Mercedes, BMW o Audi, que marcan las tendencias actuales, lo seguirán haciendo en el futuro.

En el Salón de Madrid se presentan ya los primeros coches eléctricos que se podrán comprar en España en los próximos meses, como los Citroën C-Zero, Mitsubishi i-MIEV, Nissan Leaf, Peugeot iOn, Renault Twizy y Fluence, Tata Indica VIsta EV... Todos son caros, unos 30.000 euros incluyendo el descuento del Plan Movele. Pero también los primeros ordenadores, teléfonos móviles o televisores de plasma lo eran, y acabaron revolucionando sus sectores. El tiempo y la competencia lo confirmarán.