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La Policía Local de Cambrils se rebela

Una veintena de agentes alegan malestar anímico para no acudir al trabajo

El Ayuntamiento de Cambrils (Baix Camp) ha abierto una investigación para esclarecer el goteo de bajas laborales por depresión que sufren los agentes de la Policía Local. La ausencia de estos funcionarios de su puesto de trabajo atenaza a un cuerpo sobrecargado: en los últimos meses las bajas han afectado a 56 policías de una plantilla de 96, según los sindicatos. El Ayuntamiento rechaza esa cifra y precisa que en la última semana fueron una veintena los que tramitaron la baja por depresión.

La ola de tristeza que asuela al cuerpo policial responde al pulso soterrado entre el Consistorio y sus policías, que carecen del derecho de huelga. Los policías mantienen que la situación es fruto de las actuaciones políticas que se han ido produciendo desde las municipales de 2007. Desde entonces, el equipo de gobierno, del PSC, incumplió promesas de aumento salarial y abrió una guerra en forma de reiteración de expedientes disciplinarios, extremo que el alcalde, Robert Benaiges, niega de plano. "No son hechos reales, no nos ha llegado ninguna queja de ningún agente y sólo se ha impuesto sanción a un policía", subraya Benaiges, que espera resolver el asunto en los próximos días.

Los sindicatos reclaman la dimisión de la concejal de Seguridad Ciudadana, Laura Forcadell, y la del propio alcalde, además del cese del jefe del cuerpo, Josep Francesc Martínez.

La acumulación de bajas ha dado lugar a turnos de más de 12 horas para los agentes que siguen acudiendo a trabajar, quienes están presionando a sus compañeros deprimidos para que soliciten el alta ante la imposibilidad de cubrir la totalidad de las funciones. Entre el martes y ayer, siete agentes respondieron a la petición de auxilio de sus compañeros y regresaron al trabajo.

"Es un hecho extraño y extraordinario", admitió ayer Robert Benaiges. "Pero confío en mi policía, si están de baja será justificada. Quizá ha habido una epidemia en el pueblo y yo no lo sepa", añadió con sorna. Benaiges rechazó cualquier responsabilidad por parte del Ayuntamiento y anunció la apertura de investigaciones con carácter informativo para esclarecer la avalancha de bajas laborales. Las pesquisas incluyen la solicitud de datos a la Inspección de Trabajo y a la mutua que gestiona las bajas de la plantilla para que determinen cuáles están realmente justificadas. El Consistorio no descarta, en función del resultado, aplicar expedientes sancionadores a los agentes que se han hecho el deprimido sin estarlo. Con todo, Benaiges aseguró que se reunirá la semana próxima con dirigentes del sindicato para acercar posturas.

Esa posibilidad, la de aplicar una riada de sanciones, es el ejemplo con que el sindicato policial justifica la protesta encubierta. "Nos hemos convertido en marionetas de un sistema de imposición y control permanentes en el que sufrimos una persecución constante", advirtió la sección sindical de UGT de la Policía Local.

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