La federación enreda la Copa

El Camp Nou acogerá hoy por tercera vez el desenlace de la Copa, final de un curso magnífico que, entre otras razones, será recordado por el controvertido indulto del Comité de Competición a Negredo la víspera del duelo entre el Atlético y el Sevilla. Rubinos Pérez mostró directamente la tarjeta roja al delantero por perder los papeles ante un juez de línea frente al Almería en un partido vital para su club porque se jugaba los millones de la Champions. "¡Me cago en tu puta madre!", recogió el colegiado en el acta tras castigar al futbolista. Los especialistas de la federación le quitaron ayer la razón al atender el recurso del Sevilla y convertir la cartulina en amarilla porque hubo "falta de intencionalidad". A apenas 24 horas de la final de un torneo que en los últimos años no sabe de dueño -las pasadas ocho ediciones las ganaron ocho equipos-, Competición justificó el improperio "por el contexto en el que se producen las expresiones en el último partido de la temporada".

La bula a Negredo el día después de la confirmación de la ausencia por lesión de Luis Fabiano fulminó la sonrisa del Atlético. "No sé cómo funcionan los comités. Así que no entro a valorar la decisión. Si Negredo juega, mejor para él", zanjó el debate Quique Flores. Chupado como una pasa por su carrusel de enfermedades, el técnico del Atlético encara optimista el pulso porque dispone de todos sus jugadores y los tiene frescos tras la pachanga del sábado con el Getafe. "Venimos con las pilas cargadas", amenaza Agüero, sorprendido por el perdón a Negredo: "El problema lo tiene él, no yo; yo no insulto".

Como no podía ser de otra forma, el perdón alivió al Sevilla. "Suelo jugar con dos puntas y ahora tengo a tres para dos puestos [Kanouté, Negredo y Rodri]", se mostró eufórico su preparador, Antonio Álvarez. "Así, nadie tendrá excusas", apostilló su homólogo la víspera de una final inédita que remontaría al Atlético al doblete de 1996 y al Sevilla al sexto título en cuatro años. "El equipo grande somos nosotros", calienta la atmósfera el presidente del club andaluz, José María del Nido. Conscientes de la inquina entre las dos aficiones -50.000 atléticos, 35.000 sevillistas, las autoridades han distanciado las zonas acotadas para cada bando.