El motivador Palop

"Desde que eliminamos al Barcelona, tenía claro que podíamos ir a por la Copa", dice Palop, sin duda el jugador más decisivo en la trayectoria del Sevilla en el torneo. De ganarla, sería la quinta en el palmarés del conjunto andaluz, que la logró por última vez en 2007. Palop sabe bien que gran parte del camino se anduvo en los octavos de final, cuando el Barcelona de Pep Guardiola mordió el polvo por primera vez en el curso. "Fue un partido que me salió redondo. Hice paradas de todo tipo. Pero me quedó un resquemor por el gol que me metieron", recuerda el portero ante la final de hoy, contra el Atlético. En cualquier caso, el tanto de Xavi en el estadio Sánchez Pizjuán fue insuficiente para el cuadro catalán, que había perdido por 1-2 en el Camp Nou.

Muchas consecuencias deparó aquel encuentro, como el disgusto monumental de Messi en los vestuarios sevillistas. Palop había tapado todos los caminos al argentino, que rompió a llorar. "No fue sólo el Barça. Después eliminamos al Deportivo, que estaba en gran forma, y a un Getafe que nos puso las cosas muy difíciles en la vuelta", continúa Palop, quien volvió a tener una actuación determinante en el Coliséum Alfonso Pérez con una parada a Boateng en el último minuto que propició la clasificación.

Ahora, Palop, de 35 años, el líder del plantel del Sevilla junto a Kanouté y Dragutinovic, tiene la obligación de poner como motos a sus compañeros, algo tocados por la baja de Luis Fabiano, pero que recuperan a Negredo, al que se ha retirado la sanción por insultar al árbitro del partido Almería-Sevilla.

Desde que se consumó la agónica clasificación para la Champions, Palop es el encargado de motivar a los suyos. Con Rodri, por ejemplo, que metió el gol mágico en el descuento, está siendo especialmente cuidadoso. El técnico, Antonio Álvarez, le utiliza para que el canterano no se lo crea demasiado. Respecto a las bajas, Palop advierte: "Era muy importante que en la final estuviéramos todos".

Lo que sí tienen claro en el Sevilla, desde Palop hasta el presidente, José María del Nido, pasando por el último empleado, es que las aguas se han tranquilizado. Jugar la final copera sin tener amarrado el gran objetivo deportivo de la temporada habría sido casi dramático. "Noto que el grupo está más enchufado y también con más confianza. No habría sido lo mismo jugarse todo el año a la carta de la Copa", aclara el guardameta.

Si todo va bien ante un Atlético "con dos jugadores desequilibrantes [Agüero y Forlán] que conozco bien", dice, Palop levantará el sexto trofeo del Sevilla en tan sólo cuatro años. Tomará el relevo de Javi Navarro, el capitán de las cinco copas (dos de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España), al que el Sevilla ha querido honrar invitándole al partido e incluyéndole en el viaje con la expedición oficial, que llegó ayer, a mediodía, a Barcelona.

También ha sido invitado por el club el ex entrenador Manolo Jiménez, quien fue destituido cuando faltaban 10 jornadas para el final de la Liga, con el equipo a dos puntos de los puestos de la Liga de Campeones, pero finalista ya de la Copa. "Será algo especial para mí porque, en cierta medida, esta final también cuenta con mi contribución. Quiero que el Sevilla gane, por supuesto, y en el desarrollo del partido se me vendrán muchas cosas a la cabeza", aclara Jiménez.

En el Camp Nou, como Palop, como Javi Navarro y tantos otros sevillistas, el ex técnico sevillista buscará la Copa que pondría el colofón a la temporada.