"Tú al Rocío, yo a Barcelona"
Aficionados del Sevilla pasan la mañana en un parque junto al Camp Nou
Andrea y sus dos hijos de unos diez años bailan y cantan el himno del centenario, que pone los pelos de punta: "Y Sevilla, Sevilla, Sevilla. Y por eso que hoy vengo a verte, sevillista seré hasta la muerte ..." Miles de seguidores, con sus colores rojos y blancos, similares a los de su contricante de esta noche, ocupan desde media mañana el Parc de la Bederrida, cercano al Camp Nou. Este es el espacio habilitado por el Ayuntamiento de Barcelona para los fanáticos. Hasta allí han llegado, en su mayoría, abordo de los casi 200 autocares, provenientes desde la otra punta de España. Exactamente 1.046 kilómetros, que han hecho muy duro el camino, sólo soportable por llevarse la Copa del Rey esta noche y no quedarse solo con la que han hecho utilizando el papel de plata en el que envuelven los bocatas. Quizás en referencia a la distancia, un grupo de aficionados andaluces ha enarbolado una pancarta: "Tú al Rocío, yo a Barcelona".
Aquí la espera se soporta con una cerveza Cruzcampo en la mano, tupperwares llenos de bocatas de tortilla, pipas y sombreros Nido, el mismo que suele llevar el presidente del club y que dice que le da suerte. Entre tupper y tupper, estos aficionados no se han olvidado de varias hermosas patas de ibérico, que aún viven sus momentos más gloriosos, pero que no durarán más allá de mediodía.
En una pantalla gigante, los hijos de Sánchez Pizjuán reviven los goles de viejos partidos. Entre ellos están Manolo y Encarni. Llevan 18 años de casados y se han dado una luna de miel "futbolera" en Barcelona. A su edad el romanticismo no da para venirse en autocar, pero han ido hasta Málaga para poder pillar un avión hasta El Prat. "¿Los niños? pues con los vecinos", explican entre risas. Si gana su equipo no se irán a Canaletas, el lugar donde los barceloneses celebran los grandes triunfos. "Dios me ha dado el regalo de, sin saber, estar hospedado en el mismo hotel que el equipo (El NH Constanza). Esperaremos a los chicos en el lobby para felicitarlos uno a uno", ha explicado Manolo.
Pero el 'glamour' de esta pareja no es la constante. La gran mayoría de los miles de fanáticos son bastante jóvenes. Ángel, Enrique y Dani no sobrepasan los 25 años y ayer terminaron las clases. Salieron anoche a las 23:30 y su autocar llegó a Barcelona al mediodía de hoy. "Sólo avisaron hace una semana que el partido iba a ser aquí, nos pilla un poco lejos y para pedir permiso en el curro y tal", han contado. En las porras estos aficionados no sólo no dudan de la victoria, sino que apuestan por un resultado contundente: 3-0. Algunos matizan: 3-2.
Y entre lonchita y lonchita más cánticos sevillistas. Y la llegada de José María del Nido lleva al público casi al éxtasis del gol. "No quiero a nadie que no tenga la garganta rota por apoyar al Sevilla", grita desde una tarima, a lo que los fanáticos le piden, por favor, que se ponga el sombrero. Vuelven a cantar. "Y es por eso que hoy vengo a verte, sevillista seré hasta la muerte, la Giralda presume orgullosa de ver al Sevilla en el ". Hace 71 años, sin sombrero Nido, la suerte llegó al estadio del Montjuïc. A ver si hoy le toca al Camp Nou.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.