Ahora es el momento
Cuando en 1978 los españoles decidimos que las páginas de nuestro libro de futuro que estaban en blanco no las iba a escribir nadie nunca más por nosotros, asumimos colectivamente el compromiso de construir nuestro futuro. Nos dotamos de un marco de convivencia basado en la reconciliación y en la definición de España como un Estado social y democrático de derecho, propugnando como valores superiores la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político. Era en definitiva un marco profundamente incluyente, el de nuestra Constitución, y en ese marco comenzamos a construir la España de las Autonomías.
Debemos reconocer ahora con humildad que sabíamos de dónde partíamos aunque, no del todo, hasta dónde íbamos o podíamos llegar. Ese proceso ha permitido que el nivel de los servicios públicos, consecuencia de los derechos y principios rectores reconocidos en la Constitución, se haya desarrollado de manera bastante homogénea y que, por ejemplo, la Comunidad de Extremadura pueda hoy ser una referencia en cuidados paliativos, cirugía mínimamente invasiva o de incorporación de las tecnologías de la información en la escuela.
Pero con el tiempo se fue acuñando una metodología que consistía solamente en que a más descentralización y autonomía más se cumplía con el objetivo perseguido y nos olvidamos, y no quiero excluirme a pesar de la defensa que desde esta tierra se ha hecho siempre de lo que nos une, de que tanto Estado es el Gobierno de España como los Gobiernos autonómicos o los locales.
Hablamos del Estado como si lo que hay en Madrid fuera eso y nosotros otra cosa. Ahí creo que está nuestro mayor problema y creo que es momento de decir que los ciudadanos no nos entienden a los políticos y algo o mucho de responsabilidad tenemos. Tanto énfasis hemos puesto en evidenciar las partes que casi nos hemos olvidado del todo y el todo es lo que le da sentido a las partes.
España no es solamente la suma de partes, por eso creo necesario que cada uno de nosotros como responsables de cada autonomía asumamos la porción que nos corresponde de responsabilidad sobre el todo. Cuando algo va bien en una comunidad, el mérito es mío. Cuando algo va mal, la culpa es de Zapatero, y eso nos está conduciendo a que los ciudadanos perciban que cuando todo va bien, sobran padres del éxito, pero cuando las cosas vienen con dificultad, las dejamos huérfanas.
El presidente del Gobierno apostó por la cooperación de manera valiente y decidida, la Conferencia de Presidentes o la creación del Ministerio de Política Territorial con rango de vicepresidencia son claros ejemplos de ello. Pero creo, estoy convencido de ello, que nos falta algo.
La España de las Autonomías no estará acabada cuando se transfiera la última competencia del último estatuto a la última comunidad en hacerlo, siempre se querrá más, sino cuando las comunidades autónomas cooperemos definitivamente en la gobernanza del Estado como un todo. Por eso planteé a mi partido la necesidad de crear un Foro de Gobiernos Autonómicos para que asumamos nuestra cuota parte de Gobierno de lo común. Cuando tenemos un problema miramos a Madrid. Cuando quien tiene el problema es España que Madrid no nos mire.
Tenemos muchas competencias exclusivas que administramos lo mejor que cada uno sabe o puede, pero a veces nos olvidamos de que las comunidades autónomas no tienen fronteras y le complicamos la vida a la gente, al que caza o pesca, al empresario que se mueve de una a otra o al niño que se tiene que vacunar con calendarios distintos, resuelto recientemente esto último fruto del sentido común. Si en la última Conferencia de Presidentes hubiera existido este foro, el Gobierno de España antes de aceptar la imposibilidad de acuerdos, hubiera podido decir lo siguiente: pónganse de acuerdo entre ustedes primero y luego seguimos hablando.
Tenemos que enfrentarnos a nuestras propias contradicciones y contribuir con ello a consolidar un Estado de las Autonomías que tanta prosperidad y desarrollo ha traído a España.
Guillermo Fernández Vara es presidente de la Junta de Extremadura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.